Las nuevas gasolinerías, lejos de concretarse
Luego de la aprobación de la reforma energética, se espera que una de las primeras consecuencias de la llegada de nuevos inversionistas energéticos al país sea la introducción de nuevos productos en las gasolinerías, nuevos propietarios de estaciones de servicio y la elevación de la calidad, en general. La competencia sería positiva, señaló Luis Serra, del Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC).
Pero este panorama todavía luce lejano. Hasta 2016 podrían darse los primeros cambios.
En entrevista para Energía360, en la edición de Primavera del año en curso, Monserrat Ramiro, directora de proyectos de energía del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) señaló que cuando haya más competidores en el sector gasolinero el mayor beneficiado será el consumidor, si bien en un primer momento es renuente al incremento de precios. “No nos gusta tener que pagar el precio real de la gasolina. Pero lo pagamos en otras cosas, como en el subsidio”. Quienes sí podrían verse afectados son las gasolinerías actuales si no cambian su forma de operar y no incrementan sus estándares de calidad y servicio. “Hoy no lo tienen que hacer, estamos obligados a consumir esa gasolina porque no hay otra opción”.
Una opinión que no comparte Pablo González, presidente de Amegas, también en entrevista para la mencionada edición de Energía360. González señaló que en México se cuenta con instalaciones “de primer nivel”.
“El año pasado cambiamos todas las bombas que exigió la Secretaría de Energía (Sener) para el litro por litro, a diferencia de otras petroleras que tienen bombas con 30 años en Texas. Nosotros tenemos una inversión de 30,000 millones de dólares realizadas entre las más de 10,500 gasolinerías del país. El sector se ha actualizado, se ha modernizado y podemos competir con lo que viene con la apertura”.
Para esa edición, Manufactura solicitó también la opinión de empresarios no asociados en Amegas, como los grupos Orsan e Hidrosina, quienes declinaron participar en este trabajo.
Reclamos van y vienen
El presidente de la organización que concentra a la mayor parte de las gasolinerías del país, se lamenta de las continuas quejas sobre el famoso “litro por litro” y señala que es “una campaña difamatoria para satanizar al sector nacional”.
El sector opera bajo la Norma Oficial Mexicana 005-SCFI-2005 sobre sistemas de despacho de combustible, que regula precisamente que se entregue la cantidad exacta.
“La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realiza verificaciones y actualmente solo hay que ver cuántas están clausuradas. Nos comprometimos a adquirir bombas nuevas en 2012 y software de proveedores que garantizan que no sean manipuladas. No nos vamos a arriesgar a perder la franquicia”.
Pese a ello, la organización civil Al Consumidor publicó a finales de septiembre de 2013 una lista, con información precisamente de Profeco, con 2,909 gasolineras que venden litros incompletos a sus clientes. Por otra parte, en la edición del diario nacional Reforma de este 4 de agosto, se publica un estudio desarrollado por ese periódico en elque se concluye que "21 de 30 gasolinerías en la Ciudad de México se estafan a los clientes". El diario añade datos similares para Monterrey y Guadalajara.
Este mismo día, Profeco reportó que en el primer semestre del año realizó 866 visitas de verificación a gasolineras del país, inspeccionó 12,141 instrumentos de medición e inmovilizó 2,265 de ellos.
"Ello, como respuesta a las 780 denuncias ciudadanas y como parte del Programa Anual de Verificación y Vigilancia 2014, precisó el organismo en un comunicado. Del total de instrumentos inmovilizados (mangueras), 390 fueron por gasto (diferencia de combustible detectada entre lo indicado por el dispositivo y lo entregado al consumidor) y 767 por repetibilidad (dispersión de las mediciones obtenidas en un instrumento de medición al realizar tres despachos)", detalló el comunicado de la institución.
En su momento, durante la entrevista con Energía360, el líder de Amegas señaló que "son las estaciones de servicio quienes reciben menos litros de los que les factura Pemex a la salida de las pipas de alguna de las 77 terminales de almacenamiento y reparto con las que cuenta Pemex Refinación". El reclamo del sector es que se cambie el esquema de facturación para que los empresarios solo paguen los litros reales descargados en la gasolinera.
Lo cierto es que la satisfacción por el servicio de las gasolinerías es un tema de molestia para el consumidor y para los empresarios del gremio. Es, también, un punto a resolverse cuando se aterrice la reforma energética.