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Un empleado hidratado es más eficiente

Mantener un equilibrio de agua y sales corporales aumenta 20% la productividad
jue 27 marzo 2014 09:18 AM
Hidrataci�n
Hidrataci�n - (Foto: Ivet Rodr�guez)

Jesús Delgado toma 5 litros de agua durante su jornada de trabajo en la planta de PMP, ubicada en Monterrey. Mientras suelda las piezas de hornos, grúas y ventiladores industriales, da sorbos a su botella de pet, ya que según dice, esto le ayuda a recuperar la fuerza.

Cuando se trabaja en ambientes calientes el cuerpo suda a fin de mantener un equilibrio térmico, sin embargo, la sudoración causa perdida de agua y sodio corporal. Un trabajador de fábrica puede perder más de 4 litros de agua en un día laboral, según se lee en el libro Diagnóstico y tratamiento en medicina laboral y ambiental, escrito por Joseph LaDou.

Este desajuste en la temperatura corporal puede ocasionar golpe de calor, agotamiento, calambres, desmayo y alteraciones de la piel. Los trabajadores más vulnerables son los del acero, operadores de hornos y calderas, sopladores de vidrios, agricultores, ganaderos, pescadores y trabajadores de la construcción, anota LaDou.

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Para reducir el riesgo de sufrir alguno de estos trastornos, los trabajadores deben estar aclimatados y en buena condición física, usar ropa apropiada y tener suministros adecuados de agua y electrolitos.

Se considera un estado de deshidratación leve la pérdida de 1 a 2% del agua corporal, moderada, de 2 a 5%. Es severa cuando supera el 5%. Sin embargo, basta con que el nivel de deshidratación supere 2% para que disminuya la capacidad de memoria a corto plazo y el rendimiento.

La deshidratación, además, puede propiciar un accidente laboral, ya que los cambios en la cantidad de sales y electrolitos corporales alteran la actividad cerebral favoreciendo la pérdida de concentración. Esto a su vez aumenta las posibilidades de sufrir algún incidente, según el estudio ‘Rendimiento cognitivo y deshidratación’, publicado por la revista Journal of the American College of Nutrition.

La disponibilidad de agua, sin embargo, no preocupa a Jesús, quien tiene un dispensador a cuatro metros de su área de trabajo. Un poco más lejos, a la entrada de la nave hay un rack de plástico con unos 20 garrafones.

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