Alianzas automotrices, megatendencia del futuro
La reciente alianza que anunciaron Honda y General Motors para desarrollar tecnologías de celdas de combustible y de almacenamiento de hidrógeno, quizá sea parte de una megatendencia de fusiones y alianzas que se vea con mayor medida en la industria automotriz en los próximos años.
Este sector, que quizá tiene nostalgias de los tiempos de la mecánica y los metales, ha hecho pocos esfuerzos por asimilar esta fusión de conocimientos y experiencias. Sus estrategias comerciales tampoco han cambiado mucho comparándolas con las de otros sectores más dinámicos. Se sabe de fusiones y alianzas entre farmacéuticas, manufactureras, medios de comunicación o productos de consumo masivo, y de empresas que buscan sinergias en otros negocios. No es el caso de las armadoras y sus proveedores, que han hecho pocos movimientos en sectores que le son afines o incluso estratégicos. Aunque son las primeras interesadas en promover el auto eléctrico, no se han interesado en invertir en el negocio de la electricidad y las estaciones de recarga, un gran negocio que dejarán a las empresas locales y otras que quieran participar del boom (sólo Tesla y Nissan anunciaron inversiones en estaciones propias).
De manera que los cambios a esta industria podrían llegar desde el sector tecnológico, de la infraestructura o incluso de la banca. En México hay que recordar que hace unos años Grupo Salinas, con Elektra y Banco Azteca, estuvo a punto de convertirse en un nuevo jugador de la industria mexicana. Y que Autofín ya anunció la fabricación de sus propios autos para 2017.
Todavía están por investigarse nuevos retos que seguirán cambiando la forma en que se diseñan, fabrican, venden y consumen los automóviles. La consultora PwC compartió, en una comunicación de junio pasado, la preocupación por la posibilidad de que el software automotriz, sobre todo en los autos solodirigidos, pudiera ser hackeado para robar información del usuario, desactivar los seguros o modificar parámetros para causar un accidente. No parece difícil ingresar a la consola y copiar códigos del teléfono celular o la etiqueta para el pago de casetas.
Puede leer el informe completo en la edición de agosto de la revista Manufactura