Proponen a EPN una política industrial integral
Los industriales del país afirmaron que después del primer año de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, es urgente articular una política industrial integral, con visión de largo plazo que promueva el aumento del valor agregado nacional, entre otros aspectos.
El presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Francisco Funtanet Mange, dijo que el segundo año de gobierno plantea importantes desafíos en materia económica.
Entre ellos, la necesaria política industrial que promueva la reintegración competitiva de cadenas productivas y la consolidación de un sector fabril con capacidad para generar riqueza, mayor oferta exportable, empleos mejor remunerados y un desarrollo incluyente a nivel de regiones, sectores y unidades industriales.
Mencionó el necesario aprovechamiento del Presupuesto de Egresos, ya que en México ningún agente económico posee un poder de compra equiparable al del sector público, por lo que su eficiencia para ejercer el gasto de inversión y las compras de bienes y servicios con transparencia y agilidad, serán vitales para la reactivación del sector manufacturero y de la construcción.
Se pronunció también por consolidar el combate a la informalidad, por sus efectos nocivos sobre la productividad general de la economía, la competencia leal y la operación de diversas actividades económicas.
"El peso adquirido por la economía informal nos obliga a redoblar esfuerzos para frenar su avance y fortalecer al sector formal de la economía".
El primer año de gobierno ofrece un balance de resultados con avances importantes, metas incumplidas y tareas pendientes, que harán de 2014 un año complejo pero con oportunidades para acelerar el paso si sumamos esfuerzos, aseguró.
Entre los mayores logros del primer año mencionó el restablecimiento de la gobernabilidad indispensable para impulsar reformas económicas de gran impacto para la modernización y desarrollo del país.
El Pacto por México acreditó su capacidad negociadora y permitió definir una agenda común con las principales fuerzas políticas del país en temas de fondo que durante años polarizaron el debate y frenaron el impulso modernizador del país.
La aprobación de reformas como la educativa, en telecomunicaciones, hacendaria, financiera, así como la Ley Nacional de Responsabilidad Hacendaria y Deuda Pública que, junto con la reforma energética, también son importantes porque permitirán a México establecer bases más sólidas para el desarrollo.
De igual forma, elevarían la productividad y ampliarían el acceso de hogares y empresas a servicios tecnológicos y energéticos de mayor calidad y a menor costo.
También fue importante la creación del Comité Nacional de Productividad, entre cuyas atribuciones destaca la realización de un diagnóstico que permitirá identificar las necesidades de cada sector económico, así como las alternativas tecnológicas y de organización del trabajo que debemos aprovechar para elevar la productividad y acelerar el paso de la economía.
La conservación de un ambiente macroeconómico estable para la operación de los negocios, es uno de los logros.
Asimismo, apuntó, el compromiso gubernamental de construir con empresarios del sector una política industrial sólida e incluyente, que responda a los problemas acumulados y permita aprovechar las potencialidades del sector fabril mexicano, especialmente de las pequeñas y medianas empresas.