Semillas modificadas incrementarán producción alimentaria
El cultivo de semillas genéticamente modificadas permitiría incrementar la producción de alimentos en el país, ya que para satisfacer la demanda nacional, de unas 30 millones de toneladas, son importadas alrededor de 10 millones de toneladas procedentes de Estados Unidos.
El vicepresidente de Asuntos Hidráulicos del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Humberto Martínez Payán, dijo que México requiere cultivar 30 por ciento más de lo que ya se siembra para satisfacer las necesidades de los mexicanos y evitar la carestía que lleve al aumento de precios en los alimentos por la presencia de fenómenos meteorológicos.
En entrevista con Notimex, explicó que la biotecnología sirve, entre otras cosas, para mejorar las características de una planta y lograr que resista los cambios del clima o requieran de menor cantidad de agua para crecer, lo que ayudaría mucho en las regiones en las que el líquido es escaso.
"Es un proceso de selección de las mejores plantas, de las mejores técnicas de cultivo, mejorar la utilización de fertilizantes, es toda una cultura que se ha necesitado para mejorar la producción", subrayó.
Martínez Payán refirió que en casi 40 países del mundo, el uso de semillas modificadas ya está aprobado, en tanto que en regiones que están expuestas a ser atacadas por plagas o climas adversos, la siembra de estos granos ha dado muy buenos resultados.
En ese sentido, mencionó el caso del cultivo de algodón, el cual se había dejado de producir en diversas partes del mundo y al contar con semillas genéticamente modificadas se ha reanudado la producción de esta fibra.
En cuanto a la resolución que suspende los permisos para la siembra experimental de maíz transgénico en México, indicó que los agricultores en el país cumplieron con todas las condiciones que se les han puesto para producir las semillas.
Pero respecto al riesgo de perder los granos originales o los daños que el consumo de granos de este tipo podrían causar a la humanidad, aseveró que existen bancos en los que se resguardan las semillas nacionales.
Aseguró que no existen registros contundentes de que la ingesta de estas semillas sea un riesgo para la salud de las personas, por lo que reiteró que la producción de transgénicos no representaría un peligro.
"Lo que estamos buscando es una herramienta que nos permita ser más eficientes con los recursos que tenemos; si esa semilla nos va a ayudar a que podamos cuidar nuestra agua, a que tengamos mejor producción, a que logremos que se produzca más maíz en México, entonces hay que aprovecharla", planteó.
Ante ello, hizo un llamado a las autoridades mexicanas para otorgar los permisos necesarios y permitir la siembra de semillas modificadas.
Afirmó que ya serán los agricultores quienes decidirán si les es útil y si observan beneficios o no, "es una tecnología más que podemos usar, como una sembradora o tractor, son tecnologías y hay quienes la usan y quienes no".
En Estados Unidos, comentó, existen cultivos con semillas modificadas y se han observado buenos resultados con condiciones climatológicas desfavorables.
Respecto a la producción nacional de maíz, el representante agropecuario explicó que los 10 millones de toneladas que son importadas de Estados Unidos son transgénicos y reiteró que permitir su siembra en el país aumentarían los beneficios a los agricultores mexicanos y se dejaría de importar el producto.
"Lo que nosotros estamos pidiendo es que se nos deje probarlo, nosotros en nuestras tierras, con la manera que tenemos de sembrarlo y que podamos evaluar de una manera comercial", puntualizó.