Minería perdió brillo en 2013
La industria de la minería no tendrá mucho que celebrar este fin de año, ya que 2013 estuvo marcado por la caída en los precios del oro y por la llegada de un impuesto de 7.5% sobre las utilidades de los consorcios.
El año empezó con el desplome en los precios del oro, cuyo precio tocó fondo en abril, cuando llegó a 1,361.70 dólares la onza. Después de la crisis económica de 2008, el oro llegó a su máximo en septiembre de 2011, negociándose en 1,900 dólares la onza.
El desplome del metal precioso arrastró al platino, que alcanzó sus mínimos en agosto de 2012. Este metal además fue golpeado por una baja demanda de las automotrices europeas, debido a los problemas económicos que enfrenta la región.
Por si esto fuera poco, en abril, la Cámara de Diputados turnó al Senado la propuesta para cobrar a los consorcios mineros establecidos en el país, un impuesto equivalente a 5% de sus utilidades por concepto de derechos.
México era el único país de América Latina que no cobraba regalías a las empresas mineras por la explotación de los yacimientos, y en un intento por homologar esquemas, la Comisión de Hacienda y Crédito Publico de la Cámara Baja avaló por unanimidad, en lo general y particular, un dictamen para modificar la Ley Minera. Sin embargo, el documento quedó detenido en el Senado.
La idea se retomó en la propuesta de Reforma Hacendaria que el jefe del ejecutivo, Enrique Peña Nieto, presentó a los legisladores en septiembre. La iniciativa prosperó y un mes después se aprobó como parte de dicha reforma.
Además, el documento contempló un candado para garantizar las reinversiones en nuevos proyectos de exploración: se incluyó un gravamen de 2.5% adicional de la cuota máxima del derecho que se cobra con base en las hectáreas incluidas en la concesión minera, para aquellos consorcios que no lleven a cabo obras y trabajos de exploración y explotación comprobados durante dos años continuos. A partir del doceavo año, el derecho adicional se incrementará en 100%.
Y para las minas de oro, plata y platino habrá un impuesto de 0.5% a los ingresos derivados de la enajenación de estos metales, bajo la justificación de la erosión ambiental que genera su extracción.
Estos impuestos se sumarán a otros que ya paga esta industria, como el Impuesto Sobre la Renta y derechos sobre aprovechamiento de agua, lo cual ocasionará que las mineras que operan en México tengan obligaciones superiores en 15 puntos porcentuales a las que pagan actualmente compañías que operan en Chile; 36.5 puntos más que en Canadá y 40.5 puntos más que en Estados Unidos.
Sin embargo, la nueva carga fiscal que pagarán las mineras para 2014 representará apenas un aumento de alrededor de tres puntos porcentuales en promedio sobre sus ventas, por lo que aún con el impuesto, el sector se mantendrá como uno de los más competitivos en América Latina, según un análisis dado a conocer por la firma Baker & McKensey.
En México operan 439 compañías mineras, las cuales generan 338,000 empleos y una producción con un valor de 23,000 millones de dólares (mdd), según datos de la Cámara Minera de México (Camimex).
*Con información de CNN Expansión