Énfasis en lo sostenible: Nestlé
Con el anuncio de la inversión de Nestlé en México que se traducirá en dos nuevas plantas y una ampliación de línea se esperan nuevas construcciones productivas con todos los criterios ambientales de última generación. Y sí las habrá, señala Jean Marc Garnier, vicepresidente de Técnica y Manufactura de Nestlé México. “Pero no hemos esperado hasta nuestras nuevas construcciones para trabajar con estos temas”, añade.
La firma tiene 13 fábricas en el país y a decir de Garnier, todas tienen objetivos de reducción de emisiones y consumo de agua. “Un ejemplo es la electricidad que usamos las 13 unidades productivas: 80% de ella es de origen eólico. Somos la primera empresa de la industria de alimentos en registrar este logro. Tenemos objetivos anuales muy estrictos de reducción de agua”.
En su reporte de responsabilidad social a 2013, la transnacional señala que en los última década en México ha logrado reducir 46% el uso de agua en sus fábricas, es decir, un ahorro de agua equiparable al consumo de agua de todas las casas de Monterrey y Guadalajara en un año.
En el mismo lapso disminuyó 39% de consumo de energía en todos los procesos, equivalentes al consumo eléctrico de 26,000 casas.
Nuevas plantas
En los primeros días de 2014, Nestlé anunció que a partir de ahora y hasta 2018 invertirá en México 1,000 millones de dólares destinados a la construcción de dos nuevas fábricas: una de nutrición infantil (fórmulas lácteas) en Ocotlán, Jalisco y otra de alimento veterinario en Silao, Guanajuato.
También ampliará su fábrica de cereales en Lagos de Moreno, Jalisco, que junto con otras, contarán con mayor capacidad y tecnología de punta.
Construir plantas en estos tiempos permite la inclusión de tecnología ambiental que se alinee con los criterios de sostenibilidad que imperan en todo el mundo. Y eso es justamente lo que ocurrirá en las nuevas edificaciones, adelanta Jean Marc Garnier.
En cuanto a la sustentabilidad en el diseño de las plantas ya contemplan la utilización de energías renovables para los suministros de las plantas (solar y eólica) que permitirán reducir 25% el consumo de energía.
También disminuirán (en un porcentaje todavía no definido) el uso de gas por medio de procesos de calentamiento de agua con parábolas solares e integrarán sistemas de reutilización de agua y recuperación pluvial que permitirán la disminución del consumo en 20%.
Esta nueva generación de fábricas, dice Garnier, irá más allá en materia ambiental: por cada proceso que se genera ya hay una consideración para no afectar al medio ambiente.
