EU, ¿tan atractivo como China para la manufactura?
El año pasado, los directivos de Elevadores Otis tomaron la decisión de regresar sus operaciones de México a Estados Unidos. Dio las gracias a 1,300 empleados mexicanos y cerró tres plantas en Nogales, Sonora. Las líneas se trasladaron a la nueva fábrica de Florence, Carolina del Sur, con el objetivo de concentrar las actividades de diseño, ingeniería y producción, según informó la compañía.
El fabricante de elevadores se fue después de 40 años en México y su caso no es el único.
Ildefonso Acevedo Reyes, presidente de Hilco Acetec, líder en la subasta de maquinaria y equipo industrial, dijo que en este año otras “dos o tres” maquiladoras estadounidenses podrían cerrar sus operaciones en México y regresar a su país de origen, seducidas por la política de reindustrialización impulsada por el presidente Barack Obama.
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El mandatario estadounidense quiere convertir al sector manufacturero en el centro de la creación de nuevos empleos y de las exportaciones de Estados Unidos, y para lograrlo puso en marcha un plan que incluye rebajas impositivas, impulsos a la innovación, bajos costos energéticos y apertura de nuevos mercados en Europa y Asia (esto último se lograría con la firma del TPP).
México ya sufrió la huida masiva de capitales durante la década pasada, cuando a principios del milenio un tercio de las maquiladoras establecidas en el país se fueron a China, seducidas por un bajo costo laboral.
Esta fuga dejó cerca de 90 mil mexicanos desempleados, dijo Israel Morales, director del Comité de Comercio Exterior y Aduanas de Index.
¿Se repetirá la historia? Morales consideró que la estrategia impulsada por el gobierno estadounidense podría generar una migración focalizada de empresas, sin embargo, descartó una desbandada de maquiladoras hacia el vecino país. “Para aquellas que requieren mano de obra intensiva México aún es la opción”, dijo.
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Tamaño de mercado, apertura comercial, costos productivos y logísticos, incentivos fiscales, bajo riesgo/país, proveeduría y disponibilidad de mano de obra calificada son algunos de los aspectos que las firmas consideran para invertir en un país.
Los bajos costos de gas natural y electricidad que ofrece Estados Unidos le dan una ventaja frente a México, reconoció Morales. Sin embargo, la denominada Reforma Energética podría ayudar a ‘abaratar’ este componente en el mediano plazo. Aunque a decir de Benjamín Torres-Barrón, consultor especializado en energía de la firma Baker & McKenzie, esto no ocurrirá antes de 2016.
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El precio de la mano de obra es otro ingrediente de la receta, y México tiene ventaja en el tema, al menos por ahora. Mientras los trabajadores estadounidenses ganan $35.53/hora, los mexicanos ganan $6.48/hora (datos 2011), según el estudio Gráficas de brecha salarial manufacturera para México frente a economías desarrolladas y emergentes seleccionadas, elaborado por la Alianza Global Jus Sempe.
Esta ventaja, sin embargo, podría diluirse si continúa una tendencia de sueldos a la baja en Estados Unidos. Según otro estudio realizado por la Universidad de California en Berkeley, los empleados contratados por fabricantes de bienes duraderos recibían un salario promedio 0.3% menor en 2010 y 2011 que los trabajadores contratados en 2007 y 2008.
El país vecino se está convirtiendo en uno de los lugares más baratos del mundo desarrollado para la manufactura, señaló Boston Consulting Group. En 2015, los costos laborales promedio serán aproximadamente 16% más bajos en EU que en Reino Unido, 18% más bajos que en Japón, 34% más bajos que en Alemania, y 35% más bajos que en Francia e Italia.
Algunas firmas pusieron estos costos sobre la mesa, hicieron cuentas y decidieron retornar a Estados Unidos. “Caterpillar está trayendo trabajos desde Japón. Ford está trayendo empleos desde México (…) Y este año Apple comenzará a fabricar Macs en Estados Unidos de nuevo (…). Hay cosas que podemos hacer, ahora mismo, para acelerar esta tendencia”, dijo el mandatario estadounidense en febrero pasado.
Además de atacar los costos operativos, Obama buscará seducir a las manufacturas de alta tecnología con la creación de 15 institutos de innovación en todo el país.
Los centros tomarán el modelo de un instituto de innovación manufacturera en Youngstown, Ohio, donde un antiguo depósito de muebles se convirtió en un centro de impresión en 3D donde los manufactureros locales pueden recoger nuevas habilidades e ideas.
La transformación del centro de Youngstown costó alrededor de 85 mdd (45 mdd de aportación federal y 40 mdd de empresas, universidades y ONG’s). Para construir los otros centros, Obama solicitó al Congreso 1,000 mdd. (Con información de Reuters y EF)