3 tendencias en automatización
Los brazos robóticos para soldar, pintar y ensamblar son elementos cada vez más visibles y presentes en las líneas de producción mexicanas. Desde el piso de exhibiciones de Cintermex, durante ExpoManufactura 2014 , también ya dejan ver nuevas formas de integración en las factorías.
Lo primero a observar son instrumentos de metrología, automatizados, para colocarse justo a un lado de la línea de producción. Renishaw, con sus escáneres de medición y Carl Zeiss con sus sistemas de calibración de calidad en la línea son dos dignos representantes de esta tendencia.
Antes, había que sacar alguna de las piezas producidas para llevarlas al laboratorio y verificar si las medidas y acabados eran los ideales, como parte del control de calidad. Hoy puede hacerse ese paso ahí mismo, en un esquema equivalente a just in time.
Durante la expo, los instrumentos relativos a la automatización ocupan casi 40% del piso de exhibición. Los mismos organizadores, de la firma EJ Krause, lo reconocen: en esta edición del foro de negocios, el décimo octavo en su historia, se acumuló 13% más de espacio de exposición en lo relativo a la maquinaria. La automatización que llega para más giros industriales y empresas de todas las tallas.
También para las PYMES, por si alguien lo duda. Un caso claro en este sentido fue Eurobots , empresa que se dedica a la recuperación de robots que ya funcionan en plantas (básicamente automotrices), para su reacondicionamiento y posterior venta para otras empresas, hasta 45% más económicos que los robots nuevos. De esta forma se irá facilitando su acceso a estas formas de tecnología, si bien todavía no hay sistemas de financiamiento específico para estos activos en el rubro de las pequeñas empresas.
Por su parte la italiana Comau llegó con sus celdas automatizadas para soldadura, socorridas en la industria automotriz, aunque en su catálogo trae propuestas para quienes requieren robots de manipulación, pintura o escaneo.
Ahora bien tanto en el caso de estas dos últimas empresas mencionadas, así como la de Lincoln Electric y otros exhibidores de robótica, los brazos ya no operan solos. Vienen acompañados de una pantalla y software que permiten, como primer paso, la virtualización de la operación. Es posible correr virtualmente el proceso para cerciorarse de la programación y desempeño que tendrá con el robot en la línea de producción. Una vez que se ha revisado, entonces ya puede ponerse en marcha la operación y seguir el proceso paso a paso, como una manera de control de calidad pero también –y aquí es donde irrumpe la big data– para generar información y datos que alimenten la estadística ingenieril en la empresa.
La llegada de ayuda robótica a las plantas mejora las tareas del negocio y promueve otras formas de empleo: al menos tres por cada robot, entre la operación, el soporte y el mantenimiento. Precisamente Lincoln Electric lo comentaba en su estand de exhibición, con su brazo robótico para aluminio, del que colocaron varias piezas en Panamá, según compartieron sus directivos, ya que resultan idóneos para dar mantenimiento a los tanques de gas LP para los ciudadanos, que forman parte de un programa sustentado por aquel gobierno local.
Lincoln Electric, de matriz estadounidense, tiene una planta en Torreón, donde atiende, también al mercado mexicano.
Los robots ya contribuyen a la big data. El software complementario (como el que maneja Siemens ) forma parte de esta fortalecida cadena de información en la industria, que permite cruzar datos para formar nuevos sistemas de producción o proponer métodos alternativos que mejoren el desempeño de la producción.