El secreto de las latas de Coca Cola
Para que Coca-Cola de México lograra imprimir los nombres de los mexicanos en sus botellas de refrescos para la campaña “Comparte Coca-Cola con…”, no requirió realizar inversión en maquinaria para su producción. Bastó con hacer algunas modificaciones temporales en las máquinas decoradoras de los proveedores.
“Desde el inicio del proyecto se organizó un equipo multidisciplinario, que incluía embotelladores, proveedores y terceros. Se tomaron decisiones en conjunto para lograr el mayor impacto en el mercado con la mayor eficiencia en el sistema”, menciona Juan Daniel Benito Ruiz, gerente de comercialización de empaques de Coca-Cola México.
Para imprimir el nombre de una persona en una lata de refresco, los proveedores realizaron algunos ajustes en sus máquinas decoradoras y así lograron producir varios nombres mezclados en una misma producción.
Adicionalmente, uno de los proveedores ajustó una máquina que ahora imprime un fondo blanco en las latas de Coca-Cola, lo que sirvió como base para los nombres. Esto se ha reflejado en un cambio de tono en estos envases, derivado de la base blanca que se colocó previo al decorado de la lata.
“Es un proceso importante para el decorado en esta promoción, por lo que será temporal”, dijo Ruiz.
Modificaciones temporales
En el caso de las latas, cada lote de producción de latas vacías tiene 10 nombres diferentes impresos y dos genéricos (“un amigo” y “una amiga”).
Luego, cada lote impreso se almacenó para que sus embotelladores -Femsa, Arca Continental, Rica, Bepensa, Colima y Tepic- recibieran tarimas provenientes de diferentes lotes y esto asegurara que, al llenarlas con la bebida gaseosa, se incluyeran latas con todos los nombres.
En el caso de las etiquetas en PET, se logró que en el proceso de impresión, los nombres más populares aparecieran con mayor frecuencia que otros y siempre de manera aleatoria.
“Se tomaron todas las precauciones necesarias para asegurar el correcto funcionamiento de las etiquetas en nuestras líneas de producción”, señala Ruiz.
La idea de personalizar una Coca-Cola con el nombre de una persona surgió en 2012 en Australia, bajo el nombre de “Share a Coke” buscando invitar a las personas a compartir momentos con quiénes más quieren.
En México, la compañía realizó un estudio de Estadística Aplicada con representatividad Nacional, durante septiembre de 2013, para seleccionar los nombres que se encontrarían en las latas.
Son cerca de 200 nombres los que se consideraron para los envases de aluminio y alrededor de 400 para las botellas de PET de Coca-Cola, Coca-Cola Light y Coca-Cola Zero. También hay versiones para compartir con la leyenda de “familia” y “amigos”.
Algunos de los nombres que se encuentran en el portafolio de Coca-Cola son: “María”, “Pablo”, “Laura”, “Eduardo”, “Pam”, “Beto”, “Ale”, “Memo” y genéricos como “un amigo” y “una amiga”.
Aunque no reveló el porcentaje, Ruiz espera que la producción promedio de Coca-Cola aumente en este periodo que empezó en julio y terminará en septiembre próximo. “Hemos notado una gran aceptación de la gente con las pocas semanas que lleva en el mercado”, dijo.