Automotriz aceleró durante el 2º año de EPN
El anuncio de tres plantas automotrices es uno de los datos que forman parte de la numeralia presentada por el gobierno a propósito del segundo informe de la administración de Enrique Peña Nieto. Se trata de las plantas de BMW, Mercedes Benz-Infiniti y Kia, que en conjunto representan 3,300 millones de dólares (mdd) y la generación de 10,000 empleos directos.
“Los anuncios de nuevas plantas son muy buenos ya que tienen un impacto multiplicador, tanto en generación de empleos, como en el desarrollo de la cadena de proveeduría”, dijo Armando Bravo, director del Centro de Desarrollo de la Industria Automotriz en México (Cediam).
Bravo calculó que por cada nueva planta armadora que se instala en el país, llegan entre 10 y 30 proveedores Tier 1 en los siguientes dos años; por cada empleo que se crea en una nueva planta armadora, se generan entre cinco y seis empleos indirectos.
La oleada de anuncios de plantas armadoras arrancó a finales de junio de este año, cuando el fabricante alemán Daimler y la alianza Renault-Nissan notificaron una inversión por 1,000 millones de euros para construir una planta en Aguascalientes, para ensamblar a partir de 2017, hasta 300,000 unidades anuales de modelos Infiniti y Mercedes Benz.
Una semana después, el 3 de julio, la marca alemana BMW anunció una inversión de 1,000 millones de dólares (mdd) para construir una planta en San Luis Potosí, donde ensamblará hasta 150,000 unidades anuales.
El 27 de agosto Kia Motors , filial de la armadora surcoreana Hyundai, hizo lo propio cuando dijo que invertiría más de 1,000 millones de dólares (mdd) para construir una planta armadora en el municipio de Pesquería, Nuevo León, donde ensamblará 300,000 unidades anuales de modelos compactos.
“Estas inversiones no se decidieron de la noche a la mañana, fueron resultado de largos procesos de análisis”, opinó Bravo. Kia, por ejemplo, tardó cuatro años en tomar la decisión de construir una planta en México.
El acierto de la administración de Peña Nieto ha sido dar continuidad a la política de libre comercio (lo cual facilita la importación de partes y componentes y la exportación de vehículos), además de mantener una política de incentivos fiscales estatales, consideró el también académico del Tecnológico de Monterrey.
Los retos que quedan pendientes para el gobierno a fin de incrementar la competitividad del sector son: reducir el costo energético, la inseguridad y mejorar la infraestructura logística.
Con estas nuevas plantas armadoras -que se suman a las de Honda, Nissan, Audi y Mazda- se espera que el país alcance una producción de 4.5 millones de vehículos hacia 2019.
Actualmente el sector automotriz representa alrededor de 15% del PIB manufacturero nacional, genera 18% del empleo manufacturero y 30% de las exportaciones mexicanas, según datos de la Secretaría de Economía (SE).