México desperdicia 10 millones de toneladas de alimento
Cada día en el mundo se tiran a la basura miles de toneladas de vegetales y frutas, que no se consumen, porque no son perfectas o no se ven tan frescas a la vista del consumidor.
En México, el programa la Cruzada Contra el Hambre estima que al año se pierde 10.9 millones de toneladas de alimentos, principalmente en los procesos de post-cosecha durante su almacenamiento, distribución y comercialización.
En Estados Unidos se estima que 31% de su producción de alimentos se tira sin ser probada, a pesar que en el país en promedio uno de cada 6 norteamericanos enfrentará condiciones de hambre , argumento Doug Rauch, ex presidente de una de las grandes cadenas de comercio de alimentos.
La Comisión Europea estima que en el continente se desperdiciarán 100 millones de toneladas de alimentos, sin contar con la basura orgánica . El organismo de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación alrededor de 1,300 millones de toneladas de comida se pierden al año.
Entre las principales pérdidas indica la FAO y la Cruzada contra el hambre se dan durante el proceso logístico para llevar la comida a los consumidores finales y en las tiendas al menudeo donde las empresas y las personas sólo seleccionan los productos “bonitos”.
Para contrarrestar la tendencia, la Unión Europea recomienda a las personas planificar la compra de sus alimentos de acuerdo al consumo promedio de las personas o familias, atreverse a comprar frutas y verduras imperfectos, tener el refrigerador a temperaturas entre 1 y 5º C para prologar el mayor tiempo el buen estado de los alimentos y congelar preparada que no se consumió en su momento, para utilizarla en días que no se quiere cocinar.
En México la Cruzada contra el hambre indica que está desarrollando iniciativas para reducir la cantidad de alimentos que se desperdician durante su transporte y comercialización.
En Estados Unidos Rauch abrió la primera “recaudería” de bajo costo para comercializar en zonas con bajos recursos económicos, los alimentos que no son “bonitos” a la vista de los consumidores, pero que son aptos para su consumo.
