Los profesionistas que se necesitarán en 2015
Las medidas por abatir la brecha de talento por venir –es decir, las plazas energéticas que demandará el nuevo ritmo de la industria—se basan en la generación de talento nacional, educado y entrenado para absorber estos puestos laborales, señala Carlos Roberto Ortiz, director general de Información y Estudios Energéticos en la Secretaría de Energía (SENER).
Ortiz Gómez es uno de los participantes activos en la elaboración del programa de formación de recursos humanos, que lanzó la Sener, así como las secretarías de Educación y del Trabajo, y el Consejo de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
“Sabemos que el tipo de conocimiento que se requiere en este sentido, el de investigación y desarrollo, debe propiciarse, no es algo que se genere de manera natural”, observa Ortiz.
De ahí que el Programa Estratégico, presentado a nivel público a principios de septiembre de 2014, contemple lo mismo la formación de un Observatorio Laboral, que becas para los estudiantes y estímulos para las universidades que desarrollen cátedras, investigación, posgrados y especialidades para este sector.
Hasta otoño de 2014, el Programa Estratégico anunciaba 60,000 becas para nivel técnico, superior, especializaciones, posgrado e idiomas, a fin de preparar especialistas en el sector.
Pero el reto no es sencillo, pues la actual base educativa de México no favorece el florecimiento de áreas especializadas y ciencias exactas, señala Catalina Delgado, consultora del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, retomadas por el Imco, apuntan que dos de 10 profesionistas en México son administradores o contadores, y que la mayor parte de profesionistas en México está en carreras genéricas. “Seguimos formando profesionistas en áreas genéricas y no en especializadas como las que podríamos necesitar”.
Los resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) son menos alentadores: 55% de los estudiantes de 15 años no tienen el nivel básico de competencias en Matemáticas y 47% no alcanza el nivel básico en Ciencias.
“Los jóvenes toman decisiones guiados por sus capacidades. Si un muchacho no siente que tiene bases sólidas en matemáticas y ciencias, difícilmente estudiarán carreras relacionadas ingeniería e innovación, las que se necesitan en el sector energético”, agrega Delgado.
Por su parte, el directivo en Sener subraya que la formación de recursos humanos en el campo energético debe hacerse de manera conjunta, entre gobierno, academia e industria privada.
“Las universidades han mostrado un enorme interés al respecto. La UNAM, el IPN, las instituciones regionales, así como las particulares, por ejemplo, la Universidad del Valle de México (UVM)”.
Los estímulos gubernamentales se dirigirán también en aprovechar las vocaciones naturales por región, afirma Ortiz. Es decir, se espera una amplia gama de ofertas educativas en los estados petroleros o en los que cobren mayor fuerza las energías alternativas.
“Se trata de cambiar una inercia histórica mediante un marco de incentivos. De lograr que las universidades generen estos conocimientos apoyadas por los incentivos que el gobierno brindará”, comenta el funcionario.
*Extracto del texto “Lluvia de empleo”, publicado en la revista Manufactura-Energía360, edición invierno de 2014.