Presentan nanoarcilla de patente nacional
De patente y producción mexicana, la nanoarcilla que comercializa la empresa tapatía Vilher, es otro competidor más que entra a la industria de los procesos plásticos, con la ventaja de ser biodegradable.
Con apenas dos años de existencia, esta patente es presentada por primera ocasión en Expomanufactura 2015, en la que los creadores de la nanoarcilla lograron incorporar tierra a la producción de envases de plástico, disminuyendo los costos en el gramaje utilizado en cada botella.
Efraín Arteaga y Antonio Godínez, directivos de las empresas hermanas Noverek y Vilher, ambas ubicadas en Guadalajara, Jalisco, crearon este aditivo a base de nanoarcilla, que permite al envase aumentar su porcentaje de reciclado, pero además es biodegradable una vez que no llega oxígeno al plástico.
“Una de las ventajas son los ahorros de costos, ya que se puede fabricar con entre un 10 y 30% menos del gramaje del plástico, y una vez que el plástico es enterrado y no llega oxígeno a éste, tiende a degradarse sin afectar al medio ambiente, y sin costo para la empresa”, dijo Efraín Arteaga.
Otra de las características de la nanoarcilla de Vilher es que al adivitar la materia prima para hacer los envases o moldes plásticos, se ahorran costos, porque no se modifica su mecánica, y puede ser reciclable cuantas veces se requiera, sin perder sus propiedades.
Ambas empresas distribuyen también en México el llamado Eco-One, una alternativa que mantiene los beneficios de los plásticos tradicionales, pero que a la vez reduce su impacto al medio ambiente de manera práctica y económica.
“Eco-One es tecnología americana con patente, su base de compuesto orgánico se puede agregar a toda resina plástica PE, PP, PET, PVC, PC y plásticos de ingeniería masterbatch con grado específico para cada resina.
“Es fácil de agregar a cada proceso termoplástico sin afectarlo a concentraciones de 0.7 al 1.0% al igual que cualquier otro concentrador de color”, detalló Arteaga.
La utilidad de este producto, es que con tecnología anaeróbica, el plástico comienza a degradarse cuando llega al basurero y no antes, ya que permite que los microbios consuman el plástico.
