Mexicanos no entienden etiquetas de alimentos
Si bien el nuevo etiquetado de alimentos y bebidas está centrado en la cantidad de calorías que tienen los productos, sólo 12% de la población pudo definir cuántas calorías debe consumir un adulto sano.
De acuerdo con el nuevo etiquetado frontal de Guías Diarias de Alimentación (GDA), la medición de grasas, azucares y contenido energético está basado en el porcentaje de calorías que debe consumir un adulto.
Es decir, los consumidores deberán calcular cuántas calorías les proporcionará una botella de jugo o una bolsa de galletas, y luego restarlo a lo que han consumido a lo largo del día, para saber que han consumido la ingesta necesaria que cubre sus necesidades energéticas.
Pese a la falta de claridad, el etiquetado ya será obligatorio para todos los productos procesados a partir de julio próximo, tal como lo establecen las reformas a la Ley General de Salud, que se hicieron en 2014.
Fiorella Espinosa, coordinadora de salud alimentaria de la organización El Poder del Consumidor, recordó que en un primer momento, la industria rechazó la propuesta, argumentando el alto costo que tendría para ellos.
Datos de la Secretaría de Salud indicaron que el cambio se aplicará a más de mil productos, entre bebidas no alcohólicas y refrescos, chocolates, dulces, botanas, pan y galletas procesadas, lo que representa un costo para la industria de alimentos procesados de poco más de 30 millones de pesos.
Sin embargo, a unos meses de la obligatoriedad en el cambio de etiquetas, las empresas no se han vuelto a manifestar en contra de las medidas. En este sentido, Alejandro Calvillo, presidente de El Poder del Consumidor, aseguró que el silencio se debe a que el etiquetado es el mismo que ellos propusieron desde 2010.
No obstante, la Encuesta Nacional de Obesidad, realizada por la Alianza por la Salud Alimentaria, reveló que la gente sigue sin entender la información nutrimental, pues sólo uno de cada 10 participantes sabe que un adulto debe consumir dos mil calorías y que un niño puede ingerir hasta dos mil 200 calorías, para cubrir sus necesidades energéticas.
“La encuesta demuestra que los consumidores no entienden el criterio de calorías y es sabido internacionalmente la enorme dificultad que existe para que la población lo utilice como un instrumento para regular su ingesta diaria”, aseguró Espinosa.
Estos datos se suman al estudio que realizó el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) el año pasado, en el que encontró que solamente 1.8% de los estudiantes de nutrición pudo interpretar las etiquetas GDA.
La Alianza por la Salud Alimentaria denunció que la Secretaría de Salud y la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) insiste en usar un sistema de etiquetado que propuso la industria alimentaria desde hace cuatro años, aun cuando los resultados de distintos estudios demostraron que no es comprensible para el consumidor.
