Realidad virtual, en apoyo de la industria
Después de trabajar dos años en investigación y desarrollo, jóvenes ingenieros lograron fabricar unos guantes especiales, que permiten realizar prácticas virtuales en ambientes industriales con alto nivel de riesgo, a través de los cuales el usuario puede experimentar las mismas sensaciones que tendría en una situación real.
Se trata de una aplicación de la tecnología háptica, la cual consiste en una serie de interfaces tecnológicos que interactúan con el ser humano y que permiten una sensación táctil artificial.
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Estos guantes, fabricados por la empresa Vivoxie, pueden ayudar a disminuir los costos de entrenamiento de personal en maquinaria grande, que es difícil de manipular o que es altamente costosa, así como mejorar el proceso de aprendizaje y acelerar la capacitación de un individuo, sin correr el riesgo de que se descomponga el equipo o se accidente el operario.
“En la industria automotriz se utilizan motores para capacitar a los técnicos. Al usar herramientas de realidad virtual y realidad aumentada, el personal puede entrenarse con sensaciones como si tocara cada pieza o realizara alguna maniobra. En Estados Unidos ya la aplican y han logrado reducir sus tiempos de montaje de nuevas líneas de producción hasta en 50%”, señala Alyed Tzompa, director general de Vivoxie.
Una forma de reducir el error humano
El guante háptico también permite al usuario percibir la temperatura de los objetos, ya sea frío o caliente, así como rugosidad y vibraciones, al tiempo que transmite imágenes de realidad virtual en una pantalla o visor 3D.
Los programas informáticos que complementan el funcionamiento del guante también son proveidos por la empresa.
Por poner un ejemplo de uso, un técnico que deba enfrentarse a una situación estresante, como cerrar una válvula a temperatura elevada en pocos segundos, puede practicar con esta tecnología.
“Por fuera, el guante esta hecho de telas elásticas. Buscamos una combinación de telas que fuesen resistentes, flexibles y que permitieran respirar a la mano del usuario del guante. Internamente tiene actuadores y sensores en la punta de los dedos, los cuales al estar en contacto con la piel, permiten la reproducción de sensaciones en la mano”, explica Tzompa.
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“Algo muy importante en el desarrollo del dispositivo fue que pudimos usar lo que se denominan ‘cables textiles’, que se refiere a textiles que llevan embebido el cableado de los dispositivos electrónicos”, comenta el empresario.
El desarrollo de PowerClaw -el nombre del producto- ha tenido el apoyo de instituciones como ProMéxico, el Programa de Estímulos a la Innovación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia (Fumec), la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, la Universidad Autónoma de Querétaro y el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Huichapan.
Foto: Cortesía de Vivoxie
Búsqueda de socios en el extranjero
Por lo pronto, Vivoxie ha lanzado una campaña de fondeo en la plataforma indiegogo.com, con el propósito de conseguir recursos financieros y continuar con la fabricación de estos guantes en mayores volúmenes de producción. Sin embargo, actualmente las empresas interesadas pueden comprar cada par por 585 dólares.
“Para la fabricación en serie, todavía debemos encontrar al proveedor adecuado. En México nos cuesta mucho trabajo que alguna empresa textil acepte el reto, parece que es complicado fabricar guantes, por lo que quizás optemos por un fabricante en Lituania, aunque también existe una opción en China. Los componentes electrónicos para los dedales sí serán importados”, adelanta Tzompa.
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Vivoxie es una empresa de soluciones tecnológicas que comenzó operaciones en 2009 y que está formada por un grupo de ingenieros con experiencia en telecomunicaciones.
En 2014 comenzó el desarrollo del guante háptico y prevé hacer una presentación del mismo en la próxima feria Gamescom de Colonia, Alemania.