Actores económicos defenderán al TLCAN
La relación comercial y de inversiones es tan fuerte entre México y Estados Unidos que los sectores económicos y las empresas pugnarán porque se refuerce el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN), asegura Ricardo Ramírez, presidente del Órgano de Apelación de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
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Frente a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el funcionario admite que se abren dos escenarios posibles para México: por un lado, la eventual salida de nuestro socio del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y, por otro, una renegociación de sus contenidos y cláusulas.
“Jurídicamente Estados Unidos sí puede abandonar el Tratado. Lo que procede es que ese país envía una carta a México y a Canadá para que tenga sus efectos en seis meses”, comenta en entrevista Ricardo Ramírez quien es el primer mexicano en llegar a ese cargo en la estructura de la OMC.
Sólo retórica
Sin embargo, considera que la factibilidad de esta propuesta que ha manifestado el candidato republicano Donald Trump es poco probable, debido al estrecho intercambio de bienes y servicios entre México y Estados Unidos.
“Esto es retórica política. Sí hay bases legales para salirse, pero la pregunta es si los actores económicos aceptarán”, comenta Ramírez.
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Pero en el caso de que se pretenda impulsar cambios en los capítulos del TLCAN, una idea que también ha manifestado Trump, así como su rival demócrata Hillary Clinton, el jurista advierte que cualquier modificación tiene que hacerse por consenso.
“Sólo con el consentimiento de México y de Canadá, el gobierno de Estados Unidos puede promover modificaciones a los temas en particular porque de otra forma no”, consideró Ramírez.
Trato igual a las empresas
Asimismo, el capítulo de inversiones también tiene reglas muy concretas dentro del Tratado.
Como se sabe, Donald Trump ha advertido que, en caso de ganar las elecciones, aumentará los aranceles a los autos fabricados en México que ingresen a Estados Unidos, con el propósito de obligar a las armadoras a regresar a su país de origen.
Sin embargo, “el TLCAN tiene disciplinas en materia de inversiones que harán difícil que una medida de este tipo sea aplicable, porque es violatorio”, asegura Ramírez.
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Recordó que el acuerdo establece el principio de trato no discriminatorio para las empresas , lo cual implica otorgar los mismos incentivos y ventajas para las compañías originarias del área de América del Norte y no sólo para las de un país en particular.
De modo que la oferta de medidas específicas para mover las inversiones de las empresas de Estados Unidos no tiene fundamento.
Además, el arancel en materia automotriz es de 0% para los autos fabricados en los tres países, por lo que Estados Unidos no puede subir el impuesto a México de forma unilateral.
OMC, garante del libre comercio
En cualquier escenario, los tres países firmantes del TLCAN están vinculados por la OMC, de modo que aún en el lejano caso de que alguno de los socios renunciara al acuerdo multilateral, los tres tendrán que regirse por las reglas del comercio de la OMC y que en varios aspectos son parecidas a las establecidas en el Tratado.
Ricardo Ramírez admitió que las propuestas planteadas por Donald Trump no son aisladas, sino que forman parte de una t endencia mundial de retomar el proteccionismo económico como arma para superar las crisis, como sucede con el ‘Brexi’ de Reino Unido.
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En este sentido, consideró que la OMC constituye una institución garante para evitar este tipo de medidas, ya que cuenta con lo que llamó “el mejor antídoto” contra el proteccionismo y que se compone de sus criterios sobre las relaciones comerciales, así como su mecanismo de solución de controversias, que se ejecuta a través del Órgano de Solución de Diferencias y el Órgano de Apelación.
Sede de la OMC en Ginebra, Suiza. Foto: EFE
Expuso que los procedimientos para la atención de controversias son ágiles y que constan de tres etapas: a) consultas diplomáticas, b) arbitraje ante el un grupo especial y c) Órgano de Apelación.
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“Comparado con otros mecanismos, el de la OMC es muy ágil, ya que el trámite en las tres instancias puede tardar entre año y medio y dos años, cuando en otros casos llegan a extenderse tres y cuatro años”, comenta el jurista internacional.
En opinión de Ricardo Ramírez la mejor respuesta al proteccionismo es la ley. “El mecanismo de la OMC tiene 20 años y ya ha demostrado con 500 casos que es confiable y ágil”.