Neovia, un caso exitoso de renovación

Nota del editor: El texto completo de este artículo lo puedes consultar en la  edición 255  de la revista Manufactura, La reingeniería del Big Data, correspondiente a marzo de 2017.

Hidalgo y Puebla eran otras opciones, pero finalmente la francesa Neovia eligió al municipio de Texcoco, en el Estado de México, para establecer la planta más grande del grupo a nivel mundial dedicada a la fabricación y distribución de alimento para animales pecuarios y mascotas bajo la marca Malta Cleyton.

La elección fue estratégica y de negocio. La ubicación permitiría la conexión comercial entre la zona centro y sur del país y significó un ahorro de 100 millones de pesos (mdp) en inversión al asentarse en las instalaciones de la antigua planta de La Hacienda, fabricante de alimentos pecuarios que cerró tras un declive en sus operaciones.

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Se trató de una mudanza de operaciones desde la colonia Industrial Vallejo, en la Ciudad de México. “Una planta que, a parte de ser vieja, ya no representaba la facilidad para expandirnos”, menciona Jorge Martinez Carrillo, presidente de Neovia en México.

Además, la logística de entrada y salida de la Ciudad ya “era muy compleja”, añade el empresario.

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Ahora la planta de Texcoco posee 52,000 metros cuadrados, de los cuales 11,000 son de planta. El cambio ya se refleja en sus inventarios.

Los desafíos de producir más

Al cierre de 2016 se producían 18,000 toneladas mensuales que superaron las 17,000 mensuales de febrero del mismo año cuando cerraron las operaciones en Vallejo.

“El proyecto en 2017 es sacar 25,000 toneladas al mes, que se incrementarán a 30,000 entre 2020 y 2021. Ya en 2025, la planta de Texcoco será la más grande del grupo a nivel mundial”, señala Pierre Calmus, director de Manufactura de las 10 plantas de Neovia en México y de los nuevos proyectos de la compañía productora de alimentos para animales pecuarios y mascotas.

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La puesta en marcha de este complejo industrial es uno de los proyectos más ambiciosos del grupo francés. Asimismo, desde estas instalaciones, Neovia prevé atender las zonas metropolitana, sur y centro del país, lo que incluye entidades como Estado de México, Chiapas y Tabasco. 

La empresa intenta contar con proveedores locales de materias primas, pero Calmus asegura que la cosecha no es suficiente, por lo que se importan desde Estados Unidos alrededor de 50% del maíz y trigo requeridos.

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“Detrás de la planta tenemos una espuela donde llega el tren Kansas City Southern de México… buscamos lugares donde hay tren porque es un sistema de transporte más barato que el camión”, comenta Calmus.

Cuando los insumos llegan por barco, la compañía regularmente usa el puerto de Veracruz u otros ubicados más hacia el norte, para luego distribuir las mercancías en camiones.

Dicotomía: artesanal y automatizado

La planta de Texcoco era la más grande que poseía La Hacienda y tiene casi 60 años de antigüedad.

Neovia rehabilitó las máquinas para recuperar paulatinamente el flujo de producción y reiniciar operaciones. En el proceso participaron empleados provenientes de la planta en Vallejo y vecinos de la zona.

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El almacén de productos terminados y un edificio bautizado como Torre de Mascotas son completamente nuevos. En este último opera una quinta línea de producción, con capacidad para producir 3,000 toneladas de alimentos para perros y gatos al mes, en dos turnos.

A diferencia de las otras líneas, en la Torre de Mascotas todo el proceso está automatizado. Apenas operan cinco personas en cada turno. En la torre de alimentos pecuarios, por el contrario, laboran alrededor de 180 personas debido a que los procesos aún son eminentemente manuales.

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Con la instalación de la nueva planta, se crearon más de 250 empleos directos en la región. 

Nuevo Layout

Jorge Martínez Carrillo refiere que en total la inversión fue de poco más de 200 mdp, monto que se habría disparado a 300 mdp en Puebla o Hidalgo, donde la construcción era desde cero. Adaptar el layout de la fábrica al proceso de MaltaCleyton y la rehabilitación del inmueble duró aproximadamente 18 meses.

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El mayor reto fue “adaptarnos a la planta existente y construir la torre de extrusión donde se fabrican alimentos para mascotas y peces por la tecnología que ya integra con procesos automatizados en términos de control y adición de ingredientes”. Además se renovó la red eléctrica y se instaló gas natural.

Entre marzo y abril de 2018 pondrá en marcha una nueva fábrica en Veracruz que será construida desde cero y sustituirá al Centro de Distribución (cedis) de Comalcalco, Tabasco, para el abastecimiento de toda la zona sur, abarcando Chiapas, Tabaco, Campeche.