Las fábricas deben adaptarse al modelo de ‘servitización’
El sector manufacturero está en constante cambio y con él las perspectivas y los modelos de negocio de las empresas del sector.
Uno de estos nuevos modelos es el de ‘servitización’, el cual consiste en que las empresas pasan de vender productos —dentro de una cadena de suministro tradicional— a ofrecer un sistema de producto-servicio, encaminado a atender las cambiantes necesidades de los clientes, aseguró Sergio Cavalieri, vicerrector de Innovación, Transferencia Tecnológica y Valorización de Investigación de la Universidad de Bergamo, Italia.
Recomendamos: La manufactura tiene un lado “sexy”
“Hoy, lo que se vende ya no es el producto sino el servicio”, insistió el experto al agregar que esta estrategia de trabajo tiene el propósito de atraer nuevos clientes y retener a los ya existentes.
Al participar en el Foro Manufacturero Mundial (World Manufacturing Forum 2017), que se realizó en esta ciudad, el especialista hizo ver que la ‘servitización’ es un fenómeno que implica cambios en la estructura organizacional y los procesos operativos de las empresas.
Leer: La industria 4.0 creó una batalla digital
Asimismo, cambia la relación con los clientes finales, lo que representa una ventaja competitiva dentro del sector manufacturero.
Unión Europea fortalece a las pequeñas empresas
Sin embargo, Cavalieri aseguró que transitar hacia la ‘servitización’ involucra varios retos para las empresas, como afrontar la cultura tecnocrática, pero sobre todo crear programas educativos específicos entre la industria y la academia para desarrollar nuevas capacidades y procesos en aras de diseñar productos-servicios y adaptarse a la infraestructura requerida y a este nuevo ecosistema.
Recomendamos: ¿Cómo avanza la industria 4.0 en el mundo?
En este sentido, el Organismo de Investigación de las Fábricas Europeas del Futuro (EFFRA por sus siglas en inglés) creó en la Unión Europea el CAAP-4-SMES, un programa de 36 meses de duración, enfocado en mejorar la competitividad de las empresas —particularmente las pequeñas y medianas— al reducir sus costos, mejorar su adaptabilidad y capacidad de respuesta, e incrementar su productividad bajo condiciones productivas más eficientes y confiables.
Asimismo, el programa pretende hacer sostenibles los procesos de manufactura de las empresas, con el propósito de que estas aprovechen las oportunidades comerciales que ofrece la red industrial del programa y generar mejores impactos en más áreas de la Unión Europea.
Željko Pazin, director Ejecutivo de EFFRA, comentó que el programa ha desarrollado una planeación de procesos adaptable y colaborativa para los ambientes de manufactura sostenible.
Leer: Sin talento humano no puede funcionar la industria 4.0
En este programa participan actualmente cinco países —Suecia, Reino Unido, Grecia, Alemania y España—, además de cuatro universidades y seis pequeñas y medianas empresas.
El experto informó que ya está abierta la convocatoria para 2018 y que abarca temas como capacidades necesarias para los nuevos empleos manufactureros, colaboración efectiva humano-robot, manufactura innovadora de partes optoelectrónicas, líneas piloto para la manufactura aditiva de metales y plataformas manufactureras digitales para fábricas inteligentes conectadas.