Los otros negocios de las automotrices

Nota del editor: El artículo fue publicado en la edición 267 de la revista Manufactura, Promesas de la ingeniería 2018, correspondiente a abril de 2018.

Es posible que el vehículo que conduces diariamente será el último que tus hijos verán estacionado en el garaje de casa.

A pesar del frenético ritmo de adquisición de automóviles que domina el mercado, nuevas formas de movilidad hacen que los tradicionales jugadores de la industria comiencen a explorar otros negocios que van de la movilidad estilo Uber hasta el análisis de datos.

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A primera vista, el escenario parece optimista para las empresas armadoras de autos. Cada año, el parque vehicular del país recibe un promedio de 1.2 millones de automóviles al año desde 2010, de acuerdo con el registro de vehículos en circulación recopilado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Sin embargo, los nuevos sistemas de movilidad como Uber, Lyft, Easy Taxi y similares ganan terreno, sobre todo en las grandes urbes.

En la Zona Metropolitana del Valle de México, por ejemplo, se registran 156,000 viajes diarios mediante alguna de estas plataformas de servicio de transporte, de acuerdo con la Encuesta Origen Destino en Hogares que el INEGI, publicó en febrero.

La cifra palidece respecto a los 6.6 millones de viajes diarios realizados al día en automóvil privado, con base en el mismo estudio, pero estos servicios crecen aceleradamente.

En julio del año pasado, Federico Ranero, director de Uber para México y el Caribe, dijo que 220,000 conductores usaban su plataforma en México, con planes para llegar a los 500,000 en 2018.

Esto significa que un solo servicio de transporte distribuido podría tener en operaciones hacia finales de año al 1.7% de los 29.1 millones de automóviles que hay en el país, de acuerdo con el mismo registro del INEGI.

El uso de servicios distribuidos de transporte no dejará de crecer. El análisis The great mobility tech race: winning the battle for future profits, de la consultora BCG, divulgado en enero, determinó que el ritmo de adquisición de autos particulares se ralentizará hacia inicios de la próxima década hasta detenerse en 2024-2025.

A decir de Thomas Dauner, líder de la práctica automotriz en BCG, "los fabricantes de autos hallarán sus posiciones competitivas bajo ataque por nuevos jugadores con creciente poder como las plataformas de transporte como servicio, nuevos ensambladores, así como gigantes en el sector de la tecnología y las mismas ciudades, que tienen una creciente influencia en la regulación de la movilidad" dijo durante la presentación del estudio.

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El negocio de los fabricantes de autos, tradicionalmente basado en la venta de un producto, está transformándose en uno de servicios, de acuerdo con Isidoro Mata Cano, director del Centro de Desarrollo de la Industria Automotriz en México (CeDIAM) del Tecnológico de Monterrey, "los autos seguirán ensamblándose, pero ahora como parte de un ecosistema más complejo donde el valor se desplazará hacia la provisión de servicios de transporte y otros como la adquisición y gestión de datos".

El estudio de BCG indica que, actualmente, 1% de las ganancias de la industria automotriz provienen de nuevos negocios como servicios de movilidad y de datos, alrededor de 2,260 millones de dólares (mdd). Aun así, en 2025, la porción crecerá hasta 17%, es decir, unos 51,510 mdd y alcanzará 40% (152,000 millones) hacia 2035.

Estos cambios han ocasionado que las armadoras funden otras empresas con la misión de explorar distintos negocios emergentes.

En 2016, Ford creó una subsidiaria llamada Ford Smart Mobility con el fin de financiar y llevar a cabo proyectos en varias líneas de negocio: sistemas de conectividad y analítica de datos, nuevos modelos de movilidad, vehículos autónomos y experiencia de usuario.

A finales de ese año, VW creó MOIA, una compañía destinada a "desarrollar y comercializar servicios de movilidad, sea de forma independiente o en alianza con ciudades y existentes sistemas de transporte", dijo Ole Harms, su director general en el lanzamiento de esta empresa.

Además, en agosto de 2017 la agencia noticiosa Reuters reveló que Mercedes-Benz anunciaría en el primer semestre del año la creación de una división de servicios de movilidad.

Automotrices + telecomunicaciones

Otro negocio emergente para las armadoras está en la transmisión, almacenamiento y análisis de los datos generados por los sensores y sistemas de conducción de los vehículos.

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Un auto Fórmula 1 genera unos 30 megabytes de datos por cada vuelta a la pista, y aunque los vehículos modernos están lejos de tener su enorme cantidad de sensores, la tendencia se mueve hacia vehículos que no solo generan datos, sino que tendrán que enviarlos hacia lugares remotos para su procesamiento.

"Los sensores de los sistemas motrices, de entretenimiento y en un futuro de conducción autónoma generarán datos que a su vez necesitarán su análisis en tiempo real para la toma de decisiones que van de la duración de una llanta a la dirección del vehículo para no chocar contra un peatón", dijo Mata Cano, del CeDIAM, del Tec de Monterrey.

Esta tendencia hará que las empresas realicen una mayor cantidad de alianzas con empresas de telecomunicaciones y tecnología, de acuerdo con Jesús Romo, analista de la consultora mexicana Telconomía, "el año pasado OnStar, una subsidiaria de General Motors para servicios de navegación y auxilio a bordo, se alió en México con Telefónica para que sea su red de datos para México".

De hecho, la empresa registró hacia finales del año pasado 854,000 conexiones machine to machine (M2M), entre las que se encuentran conexiones de vehículos.

Datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) indican que se vendieron en el país casi 32,795 unidades del Spark, uno de los modelos de GM con capacidad para utilizar el servicio OnStar.

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Un estudio de la agrupación de empresas de telecomunicaciones 5G Américas publicado en marzo pasado indicó que "un número creciente de ensambladores de autos establecen contratos con proveedores de servicios en la nube para mejorar sus sistemas de recolección, manejo y análisis de datos".

El camino futuro de los automóviles ya no estará en las carreteras asfaltadas, también correrá por las autopistas digitales.