EU y China podrían seguir peleando con aranceles más allá del próximo año
La guerra comercial entre Estados Unidos y China se ha intensificado drásticamente en los últimos días, lo que aumenta el riesgo de que la agresiva batalla se prolongue más allá de las elecciones presidenciales de 2020.
Goldman Sachs advirtió recientemente a sus clientes que un acuerdo comercial "ahora parece muy lejano" debido a que los funcionarios en Washington y Beijing están "adoptando una línea más dura".
La firma de Wall Street dijo que el resultado más probable es que no se alcance un acuerdo antes de las elecciones de 2020 y que los aranceles del 10% que el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó con imponer sobre 300,000 millones de dólares (mdd) en productos estadounidenses permanecerán en vigor el día de las elecciones.
Si es precisa, la predicción sugiere que la economía global, que ya está sufriendo, enfrentará un periodo prolongado de incertidumbre y aranceles que frenarán aún más el crecimiento. La naturaleza intermitente y recurrente del conflicto comercial entre las dos economías más grandes del mundo está minando la confianza empresarial y dificulta que las empresas sepan cómo y cuándo invertir en el futuro.
"Aunque habíamos asumido anteriormente que el presidente Trump vería que hacer un trato sería más ventajoso para sus perspectivas de reelección para 2020, ahora estamos menos seguros de que esta sea su opinión", escribió el economista en jefe de Goldman Sachs, Jan Hatzius, en el informe.
En otras palabras, Trump podría haber decidido que sus posibilidades de reelección podrían verse impulsadas al consolidar la opinión de que está haciendo todo lo posible para que China juegue de manera justa en el comercio.
"Un escenario en el que no ocurra ningún acuerdo entre este momento y las elecciones es cada vez más probable”, dijo Ed Yardeni, presidente de asesoría de inversiones de Yardeni Research, a CNN Business en una entrevista. “Trump percibe que la economía de Estados Unidos es lo suficientemente fuerte como para soportar incluso aranceles del 25% en todos los sectores de productos que importamos de China".
El enfrentamiento comercial asusta a los inversores
Muchos inversionistas y presidentes ejecutivos concuerdan con las quejas del gobierno estadounidense sobre las tácticas comerciales de China, incluido el uso de barreras comerciales no arancelarias y el robo de propiedad intelectual. Sin embargo, existe una creciente inquietud por el uso de aranceles por parte de Trump como herramienta de negociación.
La guerra comercial ha entrado ahora en una fase nueva y más peligrosa, alarmando a los inversores de todo el mundo.
El 1 de agosto, Trump prometió imponer aranceles por primera vez a una amplia franja de bienes de consumo importados de China, incluido calzado, productos electrónicos y juguetes.
China respondió el lunes pasado anunciando que sus compañías han detenido las compras de productos agrícolas estadounidenses y permitiendo que su moneda caiga bruscamente a su nivel más débil en más de una década.
El gobierno de Trump disparó otro tiro el lunes por la tarde al etiquetar a China como un manipulador de divisas, una medida simbólica que aumentó aún más las tensiones.
"Es un juego muy complicado de damas chinas el que están jugando", dijo Yardeni. "Está bastante claro que no se trata solo del comercio, ni siquiera de la propiedad intelectual. Se trata de la rivalidad entre las superpotencias".
La Fed podría seguir recortando, pero ¿cuántas veces?
A medida que esa rivalidad se desarrolla, la economía global está sufriendo las consecuencias. La desaceleración de la actividad manufacturera ha empeorado a medida que la guerra comercial se ha profundizado.
Los banqueros centrales de todo el mundo están acudiendo al rescate mediante el recorte de las tasas de interés, enfatizadas por el primer recorte de tasas de la Reserva Federal (Fed) desde 2008. Sin embargo, los bancos centrales tienen municiones limitadas debido a que las tasas se mantienen cercanas a cero. Y no está claro que el dinero fácil vaya a curar el problema central: la incertidumbre comercial.
Aun así, Goldman Sachs ahora predice que la profundización de la guerra comercial, junto con el riesgo de un brexit sin acuerdo y la presión del mercado de bonos, obligará a la Reserva Federal a recortar las tasas de interés dos veces más antes de fin de año.
"La Fed ha respondido con más frecuencia este año a las amenazas de la guerra comercial, a las expectativas del mercado de bonos y a las preocupaciones por el crecimiento global", escribió Hatzius.
Señaló que las condiciones financieras se han endurecido significativamente incluso desde que la Fed bajó las tasas el 31 de julio, un reflejo de la agitación del mercado global.
El Dow cayó 767 puntos, o 2.9% el lunes, su peor día en 2019. Los mercados se recuperaron tibiamente el martes después de que China tomó medidas para aliviar los temores de una guerra de divisas en total despliegue.
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Inflación, la oposición podría limitar los recortes
Aunque Trump ha instado a la Fed a reducir drásticamente las tasas de interés, Goldman Sachs sugirió que hay un límite para el dinero fácil proveniente del banco central estadounidense.
Primero, Hatzius dijo que la inflación probablemente se elevará en otoño acercándose a la meta de inflación del 2% de la Fed. Eso debilitaría una de las justificaciones centrales para los recortes de tasas.
También podría haber una creciente oposición interna en la Fed hacia los recortes de tasas, especialmente debido a las preocupaciones sobre la necesidad de mantener la independencia del banco central. El recorte de tasas de un cuarto de punto del mes pasado fue rechazado por dos miembros con derecho a voto del comité de fijación de tasas de la Reserva Federal, que es conocido como el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés).
"Algunos participantes del FOMC presionarán más en contra de recortes de tasas" que totalicen más de un punto porcentual completo, escribió Hatzius, porque en el pasado esa cantidad "se había reservado para situaciones en las que había una fuerte posibilidad de que la economía ya estuviera en recesión".