¿Por qué Mexichem ahora se llama Orbia? Su CEO cuenta las claves del cambio
¿Cómo se pronuncia Mexichem? ¿Con X? ¿Con J? ¿Con CH? ¿Con Q? Es difícil coincidir con dos personas que lo digan igual (es 'mejikem', por cierto). ¿Y a qué se dedica? ¿Es una empresa química? ¿Petroquímica? ¿Fabrica tubos? ¿Y por qué tiene una mina? ¿Y por qué compró una empresa israelí de soluciones de riego?
Por si esto fuera poco, la verdad es que hace tiempo que Mexichem ya no es ni 'Mex' ni 'Chem': el 91% de sus ventas vienen del resto del mundo, y sólo el 9% de México; y el 77% proceden de los negocios de productos especializados, frente al 33% de los químicos y productos básicos.
Este nombre ya démodé y las confusiones alrededor de la compañía son consecuencia, probablemente, de la intensa transformación que ha vivido en los últimos 15 años la firma de Grupo Kaluz, de la familia Del Valle. Con cerca de 27 adquisiciones de empresas en ese periodo, Mexichem formó un puzzle diversificado y global que provee productos para decenas de industrias: desde materias primas como flúor —base de los gases del aire acondicionado y los inhaladores contra el asma, por ejemplo— a tuberías y accesorios de plástico, pasando por sistemas de irrigación e incluso soluciones para ciudades inteligentes.
Aunque suena complicado, las piezas del puzzle encajaban en un todo con sentido de negocios. Y para que todo el mundo pueda tener esto claro, la compañía decidió cambiar su nombre y su estructura: Mexichem es ahora Orbia.
En entrevista exclusiva, el CEO de la empresa, Daniel Martínez-Valle —sin parentesco con la familia accionista mayoritaria— explica las claves de este cambio, que el próximo lunes 9 de septiembre también contará en detalle a los asistentes al Expansión Summit 2019.
¿Por qué decidieron dar este paso?
Como buen proceso de transformación, empieza por un proceso de reflexión profunda, que tiene que ver mucho con esta frase: "Hay dos días muy importantes en la vida de cualquier ser humano: el primero tiene que ver con el día en el que naces, y el segundo es el día en que te enteras o descubres por qué estás aquí".
Y un poco hicimos esa reflexión en el contexto de Mexichem: ¿Por qué estamos aquí? ¿Por qué estamos en este mundo como empresa? Y sobre todo, ¿por qué y cómo podemos ser relevantes en cinco años, en 10 años y en 20 años en el contexto actual?
Como Mexichem, estamos convencidos de que jugamos un papel muy relevante, y después de muchos años de hacer adquisiciones en prácticamente todo el mundo, nos dimos cuenta de que, basados en todos estos activos globales y en una serie de miembros del equipo que tenemos a nivel global, somos unas de las pocas compañías que están realmente preparadas para enfrentar los retos globales de nuestra generación.
Después de muchas formas de tratar de articular cuáles son nuestros retos, nos vamos a enfocar en los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas: seguridad alimentaria, uso del agua, calidad de vida en las ciudades, salud y bienestar.
¿En qué se traduce esto, en ejemplos concretos en los que nosotros ya estamos trabajando desde hace años? En seguridad alimentaria, por ejemplo, tenemos los proyectos de irrigación más grandes del mundo de riego por goteo. O en salud y bienestar, tenemos una mina en San Luis Potosí, que es una de las minas más grandes del mundo de fluorita, de donde acabamos produciendo el gas que se usa para los inhaladores que emplean las personas que sufren asma.
Por tanto, estaremos mucho más enfocados en movernos: de haber sido productores o extractores de materiales, como tubos y conexiones, a ser una empresa que ofrezca soluciones y que eventualmente sea proveedora de servicios para nuestros clientes, pero siempre alineados a los objetivos de resolver estos problemas globales.
¿Por qué cambiamos el nombre la compañía? Básicamente, para alinearnos a estos propósitos. Orbia es un nombre que realmente no existe, lo inventamos nosotros. Tiene que ver con el vocablo latino ‘Orb’, relacionado con la palabra globo o esfera; y ‘Bia’, la diosa de la fuerza de la mitología griega. Quisimos hacer esta combinación caprichosa de palabras porque está muy relacionado con el propósito de la empresa, que es: impulsar la vida alrededor del mundo.
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Este cambio, entonces, ¿implica también una evolución del propósito de la compañía?
Queremos ser una empresa mucho más volcada al cliente, menos enfocada a lo que hacemos y más enfocada en resolver lo que nuestros clientes necesitan, en el contexto de esas necesidades y retos globales de los que hablaba antes.
Nuestro propósito, como decía antes, es impulsar la vida alrededor del mundo. Es importante la palabra 'impulsar' porque somos una empresa en movimiento que va a estar cambiando y evolucionando constantemente. Es importante el concepto de 'vida', porque es lo que nos guía a nosotros desde el punto de vista empresarial. El propósito es muy importante para las empresas, es la razón por la que existimos. Pero no existimos sólo para generar utilidades, para pagar dividendos, para pagar salarios, existimos por una razón que va mucho más allá de eso.
Y cambiamos el nombre para posicionarnos como una empresa mexicana, sí, pero también como una empresa realmente global que surgió de México para resolver las necesidades del mundo.
Mexichem tenía casi 30 empresas. ¿Ahora cambiará la estructura de la compañía? ¿Cerrarán marcas?
Pasará a cinco grupos de negocio, cada uno con una marca.
Tenemos hoy cinco negocios, que son parte de este proceso de transformación: ‘Building and infrastructure’, que básicamente se conocerá como Wavin, que históricamente ha sido una de las compañías que hasta ahora ha estado exclusivamente enfocada en Europa. El negocio de Datacom estará asociado a la marca Dura-Line. El negocio de agricultura irá con la marca Netafim. El negocio de fluor estará asociado a una marca nueva que lanzaremos próximamente. Y, por último, el negocio de resinas o de vinilo estará asociado a una marca muy fuerte que ha tenido una presencia de muchos años, sobre todo en el mercado europeo, que se llama Vestolit, y a una marca en el mundo de los compuestos que es AlphaGary, que potenciaremos hacia adelante como parte de este proceso de transformación.
Así, en el caso de nuestro negocio de ‘building and infrastructure’, hoy tenemos muchas marcas dependiendo del país. Si estás en Ecuador, es una marca, en Colombia es otra, en Brasil es otra, en Holanda es otra... Entonces, estamos empezando un proceso de migración, que nos llevará varios años, pero el punto de llegada implica que sólo conservaremos una marca, que en el caso de esta división de negocio será Wavin.
¿Qué tienen pensado para el futuro de Orbia? ¿Las actividades a las que se van a dedicar pueden ir cambiando?
El tamaño, la profundidad y la complejidad de cada uno de nuestros retos nos va a dar para mucho tiempo, si nos enfocamos en esto. Creemos que tenemos un recorrido muy largo en términos de satisfacer estas necesidades y de generar impacto en los frentes económico, social y ambiental. Surgirán más oportunidades, pero las oportunidades que capturaremos estarán mucho más asociadas, mucho más enfocadas en estos cuatro retos principales de desarrollo sostenible.