AL podría atraer más IED, si mejora su logística
Si América Latina y el Caribe (ALC) modernizan su transporte y logística hasta alcanzar niveles similares a los de la Unión Europea, la región puede atraer 20% más de Inversión Extranjera Directa (IED) asociada con cadenas de valor.
Esta es una de las premisas del estudio ‘Fábricas sincronizadas: América Latina y el Caribe en la era de las Cadenas Globales de Valor’, elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Según el documento, los países con brechas más acentuadas en infraestructura logística —como Haití o Paraguay— lograrían aumentos mucho mayores.
Para lograrlo, se requiere tratar un conjunto de aspectos que abarcan desde la calidad de la infraestructura hasta la eficiencia de los servicios afines.
El caso de Bombardier
Como un ejemplo de cómo la logística ha sido fundamental para permitir a las empresas insertarse a cadenas de producción o desarrollarlas por su propia cuenta, el análisis cita el caso de Bombardier.
La firma canadiense llegó al estado atraído por las enormes inversiones en infraestructura de transporte realizadas por el gobierno.
Sin embargo, fue necesario solucionar primero diversos problemas logísticos en aras de garantizar la fluidez de las operaciones de la cadena de producción de la empresa.
Por ejemplo, cuando Bombardier comenzó sus operaciones en el país, la oficina federal de aduanas estaba situada en el centro de Querétaro, no en el aeropuerto.
Las autoridades insistieron inicialmente en que todos los componentes debían ser llevados desde el aeropuerto hasta el centro de la ciudad para ser certificados por la aduana, para luego retornarlos al aeropuerto donde se encuentra situada la fábrica de Bombardier.
Esta exigencia aumentaba el tiempo y los costos de la inspección de aduanas. Posteriormente, el gobierno federal creó una zona de aduanas en el aeropuerto.
Otra medida fue la firma del Acuerdo Bilateral de Seguridad Aérea con Estados Unidos, a través del cual se permite a las autoridades certificar partes y componentes producidos en México.
Así se eliminó un paso en la cadena de producción, lo cual permitió reducir considerablemente los costos y tiempos porque los componentes y partes ya no tienen que ser inspeccionados en Estados Unidos antes de ser despachados a los lugares de ensamblaje.