Inseguridad frena acuerdo de transporte transfronterizo
En 2015, la industria de transporte de carga espera la apertura de la frontera con Estados Unidos, sin embargo, la inseguridad es un factor que podría ser determinante en el veredicto estadounidense, coincidieron especialistas.
"Lamentablemente dudan (los norteamericanos) del control que se tiene en México sobre la carga que lleva el camión, pues a veces salen con una mercancía y llegan con otra", expuso Rocío Lozano Cuevas, investigadora del Instituto de Ingeniería de la UNAM.
La especialista consideró que se podría tener un mejor control (sobre las condiciones del transporte de carga) en el país, pero dada la inseguridad actual, es difícil prever un cambio pronto.
Afectaciones
“Al no tener legalizados los servicios de transporte terrestre, tanto por carreteras interestatales como por cruce fronterizo, los costos de traslado de mercancías se incrementan 50%, además de la pérdida de competitividad”, comentó Luz María De la Mora, académica del Centro de Investigaciones para el Desarrollo Económico (CIDE).
Además, y de acuerdo con la Cámara Nacional del Transporte de Carga (Canacar), el incumplimiento por parte de EU, ha afectado el comercio bilateral en más de 2,500 millones de dólares (mdd) anuales, es decir 35,000 mdd por 14 años transcurridos, además ha causado una pérdida directa al sector del autotransporte mexicano de al menos 381 mdd anuales, es decir 5,334 mdd por los últimos 14 años.
El incumplimiento
Como parte de los compromisos del TLCAN, México y EU acordaron abrir sus estados fronterizos a los transportistas de carga en diciembre de 1995, y al resto del territorio a partir del año 2000. Sin embargo, esto no ocurrió.
Ante el incumplimiento de EU, nuestro país solicitó la instalación de un panel de controversias y obtuvo un dictamen favorable del mismo en febrero de 2001.
El panel recomendó a EU que realizara las acciones necesarias para cumplir su compromiso de apertura del autotransporte. No obstante, no cumplió argumentando “cuestiones de seguridad”, por lo que México impuso represalias en 2009.
En julio de 2011 ambos países firmaron un Memorándum de Entendimiento de tres años donde se acordó el establecimiento de un programa de evaluación, con miras a dejarlo permanente, para alcanzar la apertura.
El 13 de octubre venció el plazo de evaluación del programa transfronterizo, con el que se determinaría si se abriría la frontera a todos los transportistas mexicanos que cumplan con la normatividad estadounidense.
Sin embargo, a días de haber finalizado dicho esquema, se busca que EU ponga sobre la mesa un planteamiento definitivo que signifique una apertura real, efectiva y definitiva a favor del autotransporte mexicano.
