Crean esquemas de financiamiento para autos eléctricos
El precio de un auto eléctrico supera los 500,000 pesos, difícil de pagar al contado en un mercado como el mexicano donde el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita asciende a 10,300 dólares (alrededor de 140,000 pesos al año). El financiamiento parece la única salida para que las marcas comercialicen sus modelos ‘cero emisiones’ en el país.
La japonesa Nissan, por ejemplo, diseñó un plan de financiamiento especial para impulsar las ventas en el país de su eléctrico Leaf, lanzado en junio de este año.
A través de su brazo financiero NR Finance México, la armadora ofrece plazos de hasta 73 meses, mayor al promedio para la compra de modelos a gasolina, que es de 52 meses, dijo Jorge Malanco Cruz, subdirector de marketing de la financiera.
La automotriz también contempla planes de arrendamiento de entre 12 y 48 meses que incluyen cargador de nivel 2 (sin instalación), auto sustituto (en caso de accidente) y deducibilidad al 100%.
Otro caso de financiamiento para autos ‘verdes’ es CI Banco, que ofrece una tasa preferencial de interés anual de 9% para apoyar la compra de este tipo de vehículos. La tasa promedio que ofrecen las instituciones financieras en el crédito automotriz es de 15%, dijo Jorge Gordillo, director de análisis económico de la institución.
Además de impulsar esquemas de financiamiento, las armadoras gestionan incentivos como una palca verde, estacionamientos preferenciales, circulación libre en autopistas y segundos pisos. A principios de año, Nissan presentó una iniciativa a la Cámara de Diputados para que los vehículos eléctricos no paguen IVA, pero la propuesta se quedó congelada en el Congreso.
El costo de los vehículos 'cero emisiones' ha sido la principal barrera para masificar su compra. Actualmente los autos híbridos y eléctricos representan apenas 0.5% de los 1,100,000 autos nuevos que se venden al año en México, según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
Entre las virtudes del auto eléctrico está su baja inversión en combustible, que es 2.4 veces inferior a la de un vehículo de combustión interna de 4 cilindros y 3.7 veces menor que la de un modelo de 6 cilindros, según datos del Instituto de Asistencia en Investigaciones Ecológicas (Inaine).
