¿Un taxi único para el Distrito Federal?
La ciudad de Nueva York tiene un taxi único, es el modelo Nissan NV200, el cual se produce en México y fue especialmente diseñado para funcionar como tal. Tiene puertas corredizas con un escalón de entrada, barandales que facilitan el abordaje y salida del vehículo, aire acondicionado con control independiente, luces de lectura para pasajeros, iluminación en el piso para facilitar la visualización de pertenencias, así como una conexión eléctrica de 12 voltios y dos puertos USB. ¿Podría el Distrito Federal tener un taxi único también?.
En la capital del país circulan alrededor de 130 mil taxis, los cuales se renuevan cada 10 años. Sin duda un mercado atractivo para las armadoras, consideró Manuel Valencia, catedrático de la carrera de negocios internacionales del Tecnológico de Monterrey y especialista en el sector automotriz.
Con un parque de este tamaño resulta viable pensar que en el mediano plazo –para 2020, por ejemplo- pudiera implementarse en la capital del país un esquema similar al de Nueva York, “solo es cosa de que las armadoras y el gobierno se organicen”, dijo Valencia. Podría ser a través de un esquema de licitación, por ejemplo, tal como ocurre con las patrullas de la policía, las cuales son de un mismo modelo (Chrysler).
Entre los beneficios de un esquema de taxi único –según se ha visto en experiencias internacionales- es que tanto el conductor como el usuario accederían a un vehículo diseñado ex profeso para funcionar como tal, con aditamentos de seguridad, espacioso y con un motor eficiente, condiciones que actualmente varían según el modelo que elija el propietario.
La armadora tendría un consumo garantizado por el tiempo que dure la licitación, mientras que el gobierno aseguraría la recaudación por el emplacamiento cada vez que se tuvieran que renovar las unidades (que podría ser cada 10 años). “Un círculo virtuoso”, consideró Valencia.
Para las armadoras, sin embargo, establecer un modelo único de taxi es un arma de dos filos, en tanto que ‘forzar’ al taxista a comprar un vehículo específico, deja en desventaja a las otras marcas.
Supongamos que la concesión fuera por 10 años, “es mucho tiempo y obviamente las marcas queremos vender. En un mundo ideal suena bien, pero en el día a día sería contraproducente para las marcas de volumen porque dejaríamos de vender muchos coches y obviamente no queremos”, opinó Mariano Ecija, responsable de la Relaciones Públicas de Volkswagen.
La firma alemana es de las tres armadoras que venden más vehículos en el país –después de Nissan y General Motors- y actualmente los modelos Gol Sedán, Clásico y Jetta son los más buscados dentro de la gama Volkswagen por los taxistas.
Un diseño único
Otra posibilidad para tener un taxi único es que las armadoras colaboren y diseñen en conjunto un modelo, cuyas ventas en el Distrito Federal de entrada serían de 13 mil unidades al año, que es el promedio que cada año se renueva en la capital del país.
Para Valencia esto sería bueno porque detonaría inversiones y favorecería la integración local, sin embargo, en la experiencia de Volkswagen esto puede resultar contraproducente para las marcas.
Cada armadora tiene sus estándares. Volkswagen, por ejemplo, busca calidad en materiales, ensamble y tecnología, y a lo mejor otras marcas tienen otras prioridades. Debido a estas diferencias, en las sinergias puede haber diferencias y resultar contraproducente para alguna de las partes, consideró Ecija.