Extraer shale gas en México es 30% más costoso que en EU
Los costos para la exploración y explotación del shale gas en México resultan hasta 30% más elevados que regiones como Estados Unidos, reconoció Carlos García, gerente de desarrollo de negocios internacionales de Lewis Energy, una empresa que opera más de 1,400 pozos en la cuenca de Eagle Ford, en Texas.
El ejecutivo justificó esta alza en los costos operativos debido a factores como seguridad y un precio más caro en los insumos químicos necesarios para llevar a cabo la fracturación hidráulica (fracking), un proceso necesario para extraer el gas de esquisto.
"Esperamos que los costos se reduzcan a medida que la industria crezca", agregó el ejecutivo durante un seminario organizado por el Instituto de las Américas en la Universidad de California San Diego.
La empresa privada Lewis Energy es una de las mayores productoras en la formación Eagle Ford, en el sur de Texas, donde la tecnología "fracking" -técnica de fractura de rocas para extraer hidrocarburos- ha alimentado un auge de la producción de petróleo y gas en Estados Unidos.
La firma opera más de 1,400 pozos y cuenta con una década de experiencia operando en México como contratista para la petrolera estatal Pemex.
Pemex está invirtiendo unos 800 millones de dólares este año en proyectos de exploración de esquisto, pero analistas del sector no esperan un auge inmediato de la inversión privada en esquisto debido a varios obstáculos, incluyendo violencia de los cárteles de drogas.
Pese a esta diferencia operativa, García aseguró que México ofrece el mayor potencial de shale gas sin explotar en el mundo.
"No hay otro mercado que ofrezca las oportunidades que ofrece México en este momento", dijo García y agregó que "a medida que se desarrollan las cosas y el marco se hace correctamente, los inversores vendrán".
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El Congreso de la Unión en México discute actualmente la letra chica de la reforma energética aprobada el año pasado, que terminará con los monopolios estatales de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en las áreas de petróleo y gas, respectivamente. Ahora, la Cámara Baja define la letra chica de las reglas de operación para las empresas privadas que deseen invertir en el sector energético de México. (Con información de Reuters)