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Fallas en el sistema de monitoreo de Pemex propiciaron el "huachicoleo"

La Auditoría Superior de la Federación encontró que la instalación del sistema de control de ductos causó un sobrecosto de 102% y que no disminuyó el robo de combustible.
jue 21 febrero 2019 01:06 PM
Gasolina
Foto: iStock

CIUDAD DE MÉXICO.- En la tercera entrega de la Cuenta Pública 2017, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) encontró que hubo fallas en la implementación del sistema de vigilancia remota de la red de poliductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), lo que provocó que el robo de combustibles o "huachicoleo" se incrementara en los últimos años.

Lo anterior, a pesar de que el Gobierno federal realizó inversiones de casi 3,100 millones de pesos (mdp).

La ASF argumenta que no se cumplieron las metas principales de la contratación: suavizar los riesgos que implica la operación de ductos a través de avanzadas aplicaciones para detectar, de manera oportuna, la pérdida de contención de hidrocarburos, ni tampoco se logró ayudar al combate del mercado ilícito de combustibles.

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Para colocar el sistema de control y adquisición de datos (SCADA por sus siglas en inglés), Pemex contrató 379 sitios para su instalación, con el propósito de monitorear los cambios de presión en la infraestructura de transporte de petróleo y así conocer si existe alguna anormalidad que pueda traducirse en robo o fuga de combustible.

El proyecto se planteó hace 22 años, pero fue hasta 2010 que se presentó el primer caso de negocios y hasta 2014 no se otorgó el contrato.

La ASF asegura que la planeación defectuosa que realizó Pemex aumentó el gasto estimado para la instalación de esta infraestructura, al subir de 77 a 157 millones de dólares (mdd), es decir, un aumento del 102%.

Deficiencias e insuficiencias

“Se puede concluir que la carencia de mantenimiento, reparación, controles, regulaciones, seguridad física y monitoreo del sistema SCADA, así como la falta de conclusión de la instalación de todos los sitios programados, propició el incremento del número de tomas clandestinas, así como la falta de oportunidad para detectar eventos de pérdida de presión en la red de ductos para el transporte de hidrocarburos”, aseguró la Auditoría.

El organismo encontró que los servicios de este sistema han sido afectados, debido a que 170 de los 379 sitios donde se tiene instalado, poseen deficiencias que imposibilitan la operación.

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Los ataques a la red de ductos de Pemex se han disparado desde 2010, al pasar de 691 detectados a más de 14,000 en 2018. Ahora, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador comenzó su mandato con una nueva estrategia para frenar el robo de combustible, que cuesta a Pemex cerca de 60,000 millones de pesos (mdp) anuales.

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Pemex Exploración Gasolina huachicoleros
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