CFE queda ‘tablas’ en la negociación por los gasoductos
Los nuevos términos de los contratos de los siete gasoductos que se encontraban en construcción al inicio de esta administración pueden verse como una mejora para la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Pero la discusión con las empresas (IEnova, TC Energía, Fermaca y Carso), que se alargó durante nueve meses y amenazó con llevar todo a un arbitraje internacional, deja ver que las empresas defendieron sus inversiones y sin una clara ganancia para la eléctrica nacional, dicen analistas del sector.
El gobierno presume que se ahorrará 4,500 millones de dólares (mdd) por esta renegociación donde las tarifas pasaron de verse en las gráficas como una montaña, a quedar como una línea fija durante el plazo del contrato. Pero para llegar a un acuerdo, la CFE aceptó cambiar otros factores como ampliar el plazo de los contratos, como la capacidad a contratar.
Los términos de algunos ductos se ampliaron por 10 años, como en el de Guaymas-El Oro; mientras que en otros como en el caso del de Samalayuca-Sásabe de Carso Energy se incrementó el 40% en la capacidad a transportar.
Este tipo de arreglos pueden ayudar a entender cómo es que las empresas decidieron ajustarse a los cambios de tarifa, y a compensar a la CFE por los montos que había pagado por las cláusulas de fuerza mayor o caso fortuito, una de las preocupaciones iniciales de la Comisión, dice Daniela Flores, analista de la consultora especializada Talanza Energy.
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“Las empresas no van a perder, por eso pidieron que se alargaran y se compensara. De que puede haber un ahorro sí, pero ya no es comparable cuando alargaste el periodo y la capacidad a transportar”, explica la especialista y ex funcionaria de la Secretaría de Energía (Sener).
La renegociación permitió que las tarifas en cinco de los siete ductos en conflicto quedaran niveladas, es decir, que se cobrará el mismo costo de transporte del gas natural por todo el contrato; mientras que en el anterior esquema la tarifa se incrementaba en el tiempo.
Las gráficas que mostró la CFE en su presentación muestran en términos generales cómo cambiaron los términos de las tarifas, pero no muestran así ni las tasas de descuento que se tomaron para valor los costos finales de ambos escenarios –la nueva tarifa nivelada y la original que era creciente- ni los nuevos plazos ni capacidades, apunta Eduardo Prud’homme, especialista del sector.
“En el otro horizonte del contrato inicial, el acuerdo terminaba 10 años antes que los nuevos términos vistos por CFE. Así que ahora el acuerdo se alarga, así como las obligaciones de pago”, apunta el ex funcionario del Centro Nacional de Gas Natural (Cenagas).
La CFE mostró gráficos donde este cambio de esquema muestra que en algunos ductos como en el de Salamayuca-Sásabe y el de La Laguna-Aguascalientes, esta modificación implica que se incrementen las tarifas al inicio del contrato; y en el caso del Sur de Texas-Tuxpan, al inicio ambas tarifas convergen para luego ser más baja la anterior por algunos meses.
Los acuerdos muestran que cada empresa tuvo que poner sus propias condiciones debido a lo diferente que eran tanto sus tarifas como sus estrategias financieras para hacer frente a esta renegociación sin caer en el impago de sus deudas para construir los gasoductos, coinciden los analistas.
La Comisión también destacó que este cambio implica una ventaja debido a que las tarifas niveladas resultan más favorables desde el punto de vista de quien renta la capacidad; mientras que las tarifas crecientes ayudan al constructor.
“Sí tiene razón la CFE cuando dicen por qué el Valor Presente no le importa tanto, porque no son una empresa de infraestructura, y lo que le importa es la tarifa. Pero las licitaciones se hicieron así para atraer a los inversionistas en esos años”, dice Flores.
La eléctrica nacional admitió que si bien calcularon un ahorro de 4,500 mdd, si se toma en cuenta el valor presente de los proyectos, el ahorro disminuye a 387 mdd. Y en este ahorro tampoco se sabe si se contabilizan las variables de aumento del plazo y capacidad, apunta la analista de Talanza Energy.
“CFE va a pagar los mismos costos, casi va a quedar igual, pero quizá le va a aliviar en cómo tiene previstos sus pagos. Es como refinanciar una tarjeta de crédito, donde cambia el perfil de pagos, pero no la deuda”, dice Prud’homme.
La Comisión también tendrá la posibilidad de usar parte de la capacidad que no use para sus plantas para comercializarlo entre los industriales y el mercado interno, algo que estiman les redituará en 116 mdd al año, y que suman a los ahorros de 180 mdd anuales por esta nueva negociación. Pero en el tema de esta reventa de capacidad en el mercado, es algo que se tenía previsto desde el inicio del proyecto, apuntan los analistas.
CFE aún tiene pendiente llegar a una negociación con IEnova por parte de estos ductos, debido a que se amplió la negociación a otra infraestructura que se conecta con estos gasoductos en conflicto, además de la posibilidad de cambiar de trayectoria el que va de Tuxpan a Tula, debido a que los problemas sociales han impedido su continuación.