La calidad es el indicador
Ahora bien, al pedir a los participantes que definieran los indicadores laborales, de la productividad, colocaron a la calidad en primer lugar y al cumplimiento en la asistencia en segundo sitio.
“Esto demuestra que los fabricantes reconocen que la mano de obra sigue siendo lo más importante en la era de la automatización y la tecnología”, señala Jaime Cardoso.
Los otros indicadores de la productividad son la utilización de la infraestructura, la eficiencia, revisiones de supervisores y revisiones de colegas.
De acuerdo con los resultados del análisis, conforme los países absorben las prácticas y sistemas de calidad como parte intrínseca de su operación, la calidad deja de ser un indicador de productividad con mayor peso, pues ya está asimilada. En cambio, para quienes todavía no la integran a su ADN industrial, sigue siendo una meta a seguir y un factor de productividad.
Fuente: Engaging the Modern Manufacturing Workforce. Por IDC Manufacturing Insights / Kronos.
“Si los alemanes están integrando la calidad a sus procesos, pueden mantener altos niveles al mismo tiempo que aumenten la productividad. Países como EU, China, Brasil, Canadá y México, donde más de 90% de los fabricantes califican a la calidad como un indicador muy o extremadamente importante, pueden tener la oportunidad de aumentar la productividad controlando con mayor cuidado sus procesos”, detalla el estudio.
Aunque muchos países miden la calidad al final del proceso, ésta no es una buena práctica, continúa el análisis. “Aunque el final del proceso es el momento más fácil para identificar una mala calidad, para entonces ya se han usado los materiales, ya se ha incurrido en el costo laboral y ya se ha ocupado la capacidad de la máquina. Esto hace que el final del proceso sea el momento más caro para identificar problemas de calidad”.