Corea del Norte mantiene fábricas abiertas
Un cruce fronterizo fuertemente armado entre Corea del Norte y Corea del Sur, que permite el acceso al norte a 2.000 millones de dólares en comercio al año, se mantiene abierto a pesar de la decisión de Pyongyang de cortar las comunicaciones entre ambas naciones.
Corea del Norte cortó la última de las tres líneas telefónicas directas con Corea del Sur, en momentos en que prepara a sus tropas para enfrentarse a lo que cree que es una acción "hostil" de Seúl y Washington.
La línea telefónica se utiliza para regular el acceso al parque industrial de Kaesong en el lado norcoreano de la frontera, así como para las comunicaciones militares con Corea del Sur.
Cerca de 200 surcoreanos y 166 vehículos que transportaban petróleo y materiales entraron en el parque dentro del territorio norcoreano después de que autoridades de Corea del Norte utilizaron una línea telefónica separada de la oficina de gestión del parque para permitir el acceso, dijeron funcionarios surcoreanos.
Corea del Norte ya ha cortado una línea directa con las fuerzas militares estadounidenses estacionadas en Corea del Sur y una línea con la Cruz Roja que había sido utilizada por los gobiernos de ambos lados.
El corte de líneas directas es una de las cosas menos amenazantes pero simbólicas que Pyongyang puede hacer para aumentar las tensiones y al mismo tiempo presionar a Seúl y Washington para reanudar el diálogo, dijo Yang Moo-jin, de la Universidad de Estudios sobre Corea del Norte en Seúl.
Corea del Norte periódicamente corta las líneas. Sus últimos movimientos siguen las sanciones impuestas por la ONU por su ensayo nuclear de 12 de febrero y ejercicios rutinarios de las fuerzas surcoreanas y estadounidenses. Pyongyang también ha descartado un armisticio que puso fin a la Guerra de Corea de 1950-1953.
"¿Qué otra cosa pueden hacer? Empezar realmente una guerra?", dijo Yang.
"No contestar el teléfono y decir que el armisticio no es válido nada más, eso es lo que pueden hacer y lo han hecho antes", agregó.