Automotriz descarta afectaciones por conflicto coreano
Líderes del sector automotriz descartan el desabasto de partes y componentes a causa de la inestabilidad política entre las dos Coreas, la cual resurgió cuando a principios de marzo Corea del Norte puso fin al Acuerdo de Armisticio firmado en 1953 entre ambos países.
“Todo va a seguir normal por el momento y confiamos en que (el conflicto) se arregle de manera pacífica”, dijo Mayra Guerrero, gerente de operaciones de la planta de Tijuana de la armadora surcoreana Hyundai.
Hyundai fabrica en México remolques de caja seca y refrigerada, contenedores domésticos, chasis y plataformas de conversión, y si bien la armadora confía en que no habrá desabasto de autopartes y componentes, cuenta con proveedores alternativos para hacer frente a las necesidades de sus clientes ante cualquier contingencia. “Pero tenemos la esperanza de que no haya necesidad de llegar a este punto”, comentó Guerrero.
“Ambos países mantienen oficinas y plantas de producción abiertas, por lo que yo creo que no habrá desabasto, al menos en el corto plazo. Lo mas que podría pasar es que algunas plantas establecidas en México crezcan su inventario como medida de precaución”, dijo Manuel Valencia, especialista en industria automotriz de Tecnológico de Monterrey.
El costo de un proveedor improvisado
Buscar un proveedor alternativo es lo más común en la industria automotriz ante un desabasto ocasionado por alguna irrupción en la cadena de suministro, sin embargo, sustituir un componente de manera improvisada incrementa hasta 20% el costo productivo, calculó Arturo Rangel, presidente del Comité de Comercio Exterior de la Industria Nacional de Autopartes (INA).
Por ejemplo, cuando el tsunami que sacudió las costas de Japón interrumpió el envío de partes y componentes hacia México en 2011, la industria “trabajó con el inventario que había hasta sus limites y se tuvo que sustituir con proveeduría local lo que no estaba llegando de Asia. Fue complicado e incluso hubo algunos problemas de calidad e incremento en costos”, recordó Rangel.
El evento de 2011 puso en la mesa la importancia de desarrollar proveedores locales, no sólo para evitar desabastos inesperados, sino por reducción de inventarios, ahorros en la transportación de los productos y temas de colaboración, coincidieron Valencia y Rangel.
“Cuando se importan los componentes hay que sobre inventariarse para cubrir cualquier contingencia, desde las tormentas ligeras en el mar que retrasan la llegada de los barcos, hasta un desastre natural que impida el abasto. Esto no ocurre cuando el proveedor esta instalado localmente”, detalló Rangel.
Aunque no hay una estimación concreta, importar los componentes en lugar de tener al proveedor cerca encarece entre 30 y 40% el traslado, calculó el representante de la INA.
Además, cuando el proveedor está cerca del cliente se puede ofrecer un mejor servicio: es más fácil hacer ajustes o cambios en los productos y se puede ofrecer la garantía ‘just in time’, lo cual permite tener inventarios bajos.
