El lado industrial de las armas químicas
Algunos de los elementos que industrialmente se utilizan para fabricación de plásticos, disolventes, tinta de bolígrafos y conservadores de alimentos, se encuentran en la lista de sustancias prohibidas porque permiten la producción de armas químicas.
De acuerdo con el tratado de 1993 de la Convención de Armas Químicas la principal característica de las armas químicas es que trabajan con compuestos tóxicos o sus precursores para herir, incapacitar o matar a las personas.
Para evitar el mal uso de estas sustancias, la convención ha desarrollado hasta la fecha tres listas de compuestos químicos y precursores, que no se deben utilizar para producción de armas.
Entre las sustancias tóxicas están: las dialkilatadas, cianuro de hidrógeno, cloropicrina, cloruro de cianógeno, fosgeno, mostazas de azufre y de nitrógeno, lewisitas, PFIB, saxitoxina y ricina.
Pero, a nivel industrial, el cianuro de hidrógeno se emplea en la fabricación de fibras sintéticas y plásticos, en agentes para el pulido de metales, en soluciones de galvanoplastia, en los procesos metalúrgicos y fotográficos y en la producción de sales de cianuro.
Mientras que el fosgeno es un gas incoloro, no combustible y de olor dulce, que se utiliza en la fabricación de colorantes y algunos fármacos y actualmente se investigan algunas aplicaciones de la ricina en tratamientos de cáncer.
En la lista de precursores están el ácido benzoico, alcohol pinacolílico, cloruros de N,N-dialkil fosfonildifluoruros de alkilo, fosforamídicos, cloro sarín y cloro somán, quinuclidinol-3, tiodiglicol y tricloruro de arsénico.
El tiodiglicol se utiliza como un disolvente en el sector textil y es un componente en la tinta de los bolígrafos.
Como sintetizador químico se emplea en la producción de fibras, plastificantes, aceleradores de vulcanización, pesticidas y colorantes, entre otros.
En la fabricación de polímeros, el tiodiglicol se utiliza como un agente de transferencia de cadena y como antioxidante se aprovecha como un aditivo en lubricantes.
El acido benzoico ayuda a prevenir el crecimiento de moho, hongos y bacterias y se emplea habitualmente como conservador de alimentos y medicamentos para el tratamiento de infecciones bacterianas.