Alcohol y sal: De lo prohibido a lo deseado
La cruzada contra el consumo de sal y alcohol orilló a las productoras de alimentos y bebidas en México y Estados Unidos a disminuir gradualmente el uso de este mineral en la dieta de la población y a sacar en el mercado campañas publicitarias que informen sobre los efectos que produce la ingesta de alcohol. Sin embargo, estas restricciones, a nivel gubernamental, no generaron pérdidas para las empresas.
En el caso de la sal, México no ha perdido su liderazgo y desde este año ocupa el primer lugar en producción en América Latina y a escala mundial, se sostiene desde 2011, como el séptimo.
Pese a que los corporativos hacen esfuerzos por reducir la ingesta, el mercado sigue demandado el mineral.
Sergio Moreno, gerente general de la Asociación Mexicana de la Industria Salinera (Amisac), comentó que la producción y venta de sal es un negocio rentable, debido a que el mineral tiene numerosos y distintos usos: sosa cáustica, cloruro de vinil, jabones y detergentes, tratamiento de aguas, procesado de metales, fabricación de alimentos de consumo humano y para ganado, entre otros.
En el país se consumen cerca de 3.6 kilos per cápita de sal y “es un negocio muy rentable e importante para el país, se trata de un alimento insustituible”.
Actualmente cinco de cada 10 mexicanos tienen hipertensión y el factor es el consumo de sal.
La ingesta recomendada es de aproximadamente 5 gramos, en el país este es de hasta 11 gramos.
“Aunque no sea una industria tan valiosa como el oro u otros minerales y es el producto más barato de la canasta básica; es indispensable en la dieta. En términos sociales y de salud es fundamental, es la vía para obtener el yodo que requerimos los seres humanos”, dijo el gerente de Amisac.
De acuerdo con Sergio Moreno, la sal es un insumo básico para la industria. La producción de alimento balanceado para animales, especialmente para la ganadería es uno de esos usos, que la empresa Suavisal, una salinera de Baja California, ha aprovechado.
Un negocio que no nació salado
Para la Secretaría de Economía esta industria tendrá un repunte, pues México es el tercer exportador de sal a nivel mundial, mientras que Rusia es el noveno comprador más importante de un bien que tiene alrededor de siete mil subproductos muchos de ellos de gran impacto en la industria química.
La Exportadora de Sal (ESSA) y la empresa de Sal del gobierno de Rusia firmaron un acuerdo de colaboración apenas el 11 de agosto pasado para fortalecer el intercambio comercial y tecnológico en ese rubro, un convenio que en las últimas semanas empujó fuerte el embajadorRubén Alberto Beltrán Guerrero.
Datos de ProMéxico detallan que actualmente ESSA produce 7.5 millones de toneladas de sal y exporta a Japón, Estados Unidos, Corea, Centroamérica, Nueva Zelanda, Canadá y Taiwán, y aunque si bien genera ventas de 150 millones de dólares anuales la reingeniería proyectada por López Portillo en esa empresa podría llevar su facturación a unos mil 500 millones de dólares anuales a partir de vender productos de valor agregado, una estrategia que podrían tener como detonador el acuerdo que le comento con la salinera rusa.
¡Salud! La fiesta no se acaba
La industria de bebidas alcohólicas tampoco es un negocio que se vea mermado por las restricciones publicitarias que ha impuesto en México las autoridades sanitarias.
Datos de la consultora Euromonitor afirma que en la nación, este mercado representa n 0.2% del Producto Interno Bruto (PIB), e incluso el mercado del vino está creciendo lento, pero seguro.
Tan sólo el mercado de bebidas alcohólicas en México actualmente está dominado por cerveza, la más popular bebida.
La consulta precisa que las ventas en 2012 de bebidas alcohólicas se incrementaron 7.5 por ciento, con respecto al año anterior. Para 2016 se espera un crecimiento de 27.1 por ciento.
Las cifras sobre que la República mexicana es el undécimo país en el que se producen más muertes violentas relacionadas con el consumo de alcohol.
Sean Kreidler, gerente de investigación para Latinoamérica de Euromonitor, dijo que el futuro de la industria en los países del continente está en la especialización, productos premium y bebidas artesanales.
La consultora de mercados señala que el crecimiento en el consumo de bebidas espirituosas estará impulsado por las categorías de vino, whisky y mezcal, que han registrado un comportamiento positivo en el mercado mexicano.
En la actualidad, refiere, la mayoría de los vinos que se consumen en México son importados, pero la industria nacional crece a tasas impresionantes, particularmente en los segmentos de tintos y espumantes, los cuales son cada vez más populares y de mejor calidad.