Meche Correa es la pionera en Perú en la conversión de prendas y estilos tradicionales en piezas contemporáneas. Hace 15 años, cuando empezó las labores en su atelier, “Me decían que había perdido el camino de la razón”, comenta la diseñadora. Pero hoy, sus blusas, faldas y vestidos, de líneas delicadas y fuerte presencia, son reconocidas a escala internacional, por firma y estilo.
Se han concebido pensando en la mujer del siglo XXI. En vez de los 10 metros de tela que lleva una falda tradicional se adecua a 3 o 4 metros, “se simplifican, se adaptan, se ponen una falda de tubo o hacemos aplicaciones sobre un pantalón de vanguardia”, detalla Correa.
Concebir las prendas “para la mujer de hoy” fue sólo un reto solucionado. La producción, realizada casi toda artesanalmente, fue otro terreno gigante a conquistar. Lo consiguió junto con las artesanas de su equipo, que han adquirido paulatinamente el estilo de trabajo de Mercedes, con sus preceptos de calidad y bases de elaboración.
Conservar todos estos años a ese bien avenido y entrenado equipo, reconoce, es la clave para sostener sus colecciones y surtir sus pedidos. En este caso, la mano de obra más que adjetivarla como “calificada” merece llamarse “exclusiva”. Y también intensiva, añade Correa, dado que cada prenda requiere muchos pares de manos –no hay nada tejido a máquina– para terminarse en un nivel de excelencia que permite venderla en cualquier boutique de alta costura.
De acuerdo con la diseñadora, la colección que exhibirá en la pasarela de Viva Perú “trae una gran parte en bordados en lana sobre tul y también como hilo sobre algodón, todos pintados a mano, reproduciendo las flores que salen en la escuela cusqueña y tejido a crochet en algodón pima”. Esta fibra natural, por cierto, clasificada entre “las mejores del mundo”, por su brillantez y suavidad.