Más parques industriales en el Bajío
Tres parques industriales se construirán en el Bajío durante el próximo año, adelantó Ricardo Betancourt Anthony, presidente de la desarrolladora mexicana Grupo Lintel. Cada uno de estos complejos podría significar una inversión de 60 mil millones de dólares (mdd) y la generación de 20 mil empleos directos.
El Bajío ha capturado la atención de los desarrolladores de parques industriales, como Grupo Lintel, debido a que es una zona con crecimiento industrial, segura, con gobiernos ‘amigables’ que dan incentivos y facilidades para agilizar los trámites, con precios competitivos de tierra y con servicios e infraestructura.
La desarrolladora cuenta con cuatro parques en el centro del país, los cuales se han poblado principalmente con empresas proveedoras del sector automotriz: el complejo Colinas de San Luis, por ejemplo, se inauguró el año pasado y actualmente está al 50% de ocupación, todas empresas japonesas proveedoras de armadoras.
En Jalisco buscarán replicar este modelo; en el parque Colinas de Lagos se espera la instalación de 60 empresas, 30 de las cuales serán proveedoras de armadoras. Actualmente ya hay confirmadas tres inversiones. Dos japonesas y una de capital alemán.
Por cada parque construido, llegan inversiones por 2 mil 500 mdd y por cada empleo directo generado, se crean cuatro indirectos. “Nosotros no construimos parques, construimos regiones, dijo Betancourt Anthony.
Entre las características que los inversionistas buscan en un parque están disponibilidad de servicios (agua, luz, gas), conexión con vías de comunicación, disponibilidad y precio competitivo de la tierra y cercanía con zonas habitacionales. Criterios que Grupo Lintel considera para construir un nuevo parque. “El parque debe responder a las necesidades de los clientes, no al revés”, añadió el empresario.
Inseguridad limita crecimiento en el norte
Para decidir dónde construir un parque industrial, Lintel considera 30 factores distintos, y la seguridad encabeza el listado.
La percepción de inseguridad que envuelve al norte del país ha limitado la construcción de parques industriales en esta región, que entre 1993 y 2006 registró un crecimiento económico superior en un punto porcentual al de la media nacional, según datos del Inegi.
En 2010 la inseguridad fue determinante en la distribución de las inversiones en el país para este año, ya que los empresarios voltearon hacia estados con un bajo perfil de violencia (Veracruz, Guanajuato y Chiapas), y se mostraron más reservados con aquellas entidades consideradas altamente peligrosas, como Nuevo León, Chihuahua y Tamaulipas, según un estudio publicado en aquel momento por la consultora KPMG.
“Nosotros empezamos hace cuatro décadas en el norte del país, sin embrago hace 15 años decidimos incursionar en el centro. Sin duda fue una buena decisión”, comentó Betancourt Anthony.
La desarrolladora tiene 10 parques industriales en México, cuatro de los cuales están en el Bajío. “En el norte construimos naves aisladas, no parques, porque vemos que el mercado esta aquí (en el Bajío)”, detalló.
El empresario mexicano no descartó la posibilidad de construir parques en el norte del país, siempre y cuando la situación de inseguridad cambie. “Volveremos, finalmente el norte sigue siendo el norte”.
