Las enfermedades más costosas para los mexicanos
Los malos hábitos de los mexicanos, como fumar, beber y comer en exceso , han duplicado el número de pacientes con enfermedades crónico no trasmisibles en la última década. Las cinco enfermedades más costosas para el sistema público de salud son justamente éstas que se pueden prevenir.
Estos padecimientos absorben la mitad del presupuesto aprobado para los servicios de salud, que el año pasado ascendió a cerca de 448 mil millones de pesos para todas las instituciones públicas.
El primer lugar en costos directos e indirectos lo ocupan la diabetes y sus complicaciones (amputaciones, cegueras, daños renales). Según datos más recientes del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), en 2012 el gobierno federal destinó siete mil 784 millones de dólares, que equivalen a poco más de 101 mil millones de pesos, para atender a 6.4 millones de pacientes.
La segunda enfermedad más costosa es la hipertensión que requirió 5.6 millones de dólares o casi 74 mil millones de pesos con el cambio a moneda nacional para atender tanto a los enfermos que siguen al pie de la letra su tratamiento, como para aquellos que sólo se preocupan cuando hay un descontrol.
Por cada 10 pesos destinados a la atención de ambos padecimientos, cuatro utilizaron para la compra de medicamentos, tres pesos más en la atención de complicaciones, dos pesos en consultas médicas y un peso para la hospitalización de los casos extremos.
Los distintos tipos de cáncer también absorben una parte considerable del presupuesto, ya que la atención de un paciente cuesta hasta 50 mil pesos al año. En tanto la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), de la cual el cigarro es responsable del 90% de los casos, requiere de 30 mil a 400 mil pesos, dependiendo de la gravedad del enfermo.
Finalmente, la cirrosis hepática, ocasionada por el abuso del alcohol o las hepatitis tipo B y C, tiene un costo superior a los 20 mil pesos.
Francisco Navarro, director de los Institutos , apuntó que a estos gastos se le deben sumar los costos indirectos por discapacidad laboral y días de trabajo perdidos para la persona que los cuida, así como las pérdidas que registra una empresa por cada persona enferma y ausente.
Añadió que estos padecimientos son prevenibles si se mejoraran los estilos de vida, es decir, comer bien, no fumar, hacer ejercicio y no abusar del alcohol. Sin embargo, en todas ellas el número de casos va en aumento precisamente por los malos hábitos.
