Escasos camiones de bomberos para apagar incendios
Mientras que en Estados Unidos se fabrican un mínimo de 1,700 camiones de bomberos al año, en México las tres empresas más grandes en el ramo producen y venden alrededor de 500 vehículos en el mismo lapso de tiempo, debido a la falta de legislación y regulación en materia de protección civil.
En la nación vecina las normas oficiales señalan que los camiones contra incendios deben renovarse cada cinco años, con el fin de mantener actualizado el equipo. En cambio, en nuestro país ni siquiera llegamos al total de unidades que deberían tener cada ciudad para atender una emergencia, señaló Edgard de la Concha, gerente comercial de la empresa Ambulancias, Equipos de Emergencias y Rescate S.A. de C.V. (AEERSA).
El también bombero voluntario recordó que en Monterrey –donde está ubicada su fábrica-, cuentan con 16 unidades de servicio, cuando la ciudad debería tener por lo menos 80 camiones.
Aunado a esto, el alto costo de los camiones equipados ha sido un impedimento para que los gobiernos municipales y estatales inviertan en ellos. De acuerdo con De la Concha, un vehículo con lo necesario cuesta alrededor de 100 mil dólares.
Si bien no hay una ley o norma oficial en México que señale cuáles son los requerimientos que debe tener un camión de bomberos, la empresa señala que lo principal es contar con una bomba de agua o espuma con capacidad suficiente para funcionar en un incendio.
En México se comercializan las mini bombas que envían de 250 a 500 galones por minuto, mientras que las motobombas son capaces de llevar desde 750 a 1,250 galones por minuto. “Éstas son el corazón de los camiones”, dijo De la Concha.
Los vehículos también requieren tanques grandes, con capacidad para transportar cinco, seis o hasta ocho mil litros de agua, ya que en las calles mexicanas no existen hidrantes para que el camión pueda conectarse al momento de la emergencia.
Otro factor a considerar es el uso de agua o espuma. El gerente recomendó el uso de espuma cuando se trata de incendios industriales o de hidrocarburos o materiales químicos, en tanto, el agua sirve para cualquier otro tipo de incendio.
Además de esto, los camiones también deben contar con un alternador de más de 300 amperes, asientos especiales para que los bomberos se coloquen sus equipos, sistema de frenado, de largueros y de transmisión especial, así como un motor de toque y diferencial trasero para tener aceleración sin perder potencia.
Todo este equipo encarece los costos, mismos que no pueden ser costeados por los servicios de bomberos mexicanos, que viven del apoyo de los ciudadanos y sin recursos gubernamentales.
En México existen tres empresas que producen la mayor cantidad de camiones: AEERSA en Monterrey, Quiroga Fire Trucks de Salamanca, Guanajuato y Fire México en Tulancingo, Hidalgo.
No obstante, ante las bajas ventas en el país AEERSA exporta unidades hacia América Latina, donde tampoco hay una cultura de prevención y los gobiernos compran los camiones usados que desecha el gobierno estadounidense cada cinco años.