Adolescentes y alimentos: un mercado por atender
Al ubicarse como personas independientes, los jóvenes y adolescentes no aceptan la dieta de los padres de familia y pueden iniciar con problemas de obesidad por consumo en exceso de comida chatarra, consumir sustancias prohibidas para incrementar su masa muscular si se obsesionan en el culto al cuerpo o trastornos alimenticios como bulimia y anorexia.
En México, el principal problema alimenticio es el sobrepeso. De acuerdo a la Encuesta de Salud y Nutrición 2012 , 26 millones de personas mayores de 18 años padecen sobrepeso y 22 millones obesidad.
Para evitar estos padecimientos es necesario, que los familiares vigilen la alimentación, talla y peso de los jóvenes, así como su comportamiento para detectar cualquier padecimiento a tiempo, y enseñarlos a comer sanamente.
De acuerdo con la investigadora Marta Castells, del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona ,las necesidades nutricionales de los adolescentes y jóvenes están relacionadas con sus procesos de maduración sexual y crecimiento: en esta etapa obtienen 20% de la talla que tendrá de adulto y 50% del peso, generado por los incrementos de la masa muscular y ósea, que requieren una mayor cantidad de energía.
Quieren energía
El Consejo Nacional de Investigación en Alimentación y Nutrición de Estados Unidos indica que para responder a la demanda de energía de los jóvenes, deben consumir proteínas de origen variado, a fin de soportar el crecimiento de los tejidos.
Recomienda que 50% de la energía total de la dieta proceda de los carbohidratos, mientras que las grasas deben representar cerca del 30% del total de calorías diarias.
El organismo destaca que los minerales que tienen especial importancia para su desarrollo son: el calcio, por el crecimiento de los huesos, el hierro desarrollo de los glóbulos rojos y los músculos y zinc por ser un complemento de los dos procesos anteriores.
Propone un consumo diario de productos lácteos por su alto contenido de vitamina A, que ayuda a los procesos de crecimiento y reproducción celular y alimentos ricos en ácido fólico, como las verduras de hoja verde, lentejas, frijol y las naranjas por ser clave para la síntesis del ADN.