Avanza la seguridad alimentaria en el mundo, pero...
La buena noticia: el Índice Global de Seguridad Alimentaria 2014 demuestra que cada región ha mejorado con respecto al año anterior y que el mayor avance se observó en los países de África Subsahariana. La mala nota: dos nuevos factores, “obesidad” y “pérdida de alimentos”, afectan el acceso a alimentos sanos, nutritivos.
DuPont y la Unidad de Inteligencia de The Economist, publicaron la entrega anual de este conjunto de indicadores de abastecimiento y suficiencia alimentaria en todo el mundo. Reportan que 70% de los países en el estudio aumentaron sus calificaciones de seguridad alimentaria con respecto al año anterior. El documento de 2014 mide 109 países contra 28 indicadores de seguridad alimentaria que monitorean el impacto permanente de las inversiones agrícolas, colaboraciones y políticas de todo el mundo.
“El índice proporciona un conjunto común de indicadores que nos permiten realizar un seguimiento de los avances en la seguridad alimentaria a nivel mundial, y los resultados hasta ahora son prometedores", dijo Craig Binetti, presidente de DuPont Nutrition & Health. "Pero sabemos que se necesita la colaboración continua, la innovación y la inversión en agricultura, alimentación y nutrición para superar los enormes desafíos de alimentación de la creciente población mundial."
La seguridad alimentaria es un reto global cada vez mayor, a medida que aumenta la población mundial en más de 75 millones de personas cada año, llegando a más de 9,000 millones de personas en 2050. Los precios de los alimentos serán grandes obstáculos para el accesar a ellos, "Mientras que en el mundo ya invierten tres cuartas partes de sus ingresos en alimentos. El aumento de la escasez de agua y tierras de cultivo, especialmente en las naciones en desarrollo, presentará desafíos adicionales para la seguridad alimentaria", señala el análisis de Dupont.
No obstante, este año, el Índice ha demostrado que cada región ha mejorado con respecto al año anterior, pero el mayor avance se observó en los países de África Subsahariana, debido principalmente a las mejoras en la estabilidad política y el crecimiento económico, a pesar del ambiente de inseguridad alimentaria. Las puntuaciones en Centro y Sur América y Asia-Pacífica se vieron afectadas por la reducción de la diversificación de la dieta y la disminución del gasto público en investigación y desarrollo agrícola.
Incluso con el progreso general, el índice señala que varios países en desarrollo lidian con infraestructura inadecuada, riesgos políticos, inflaciónde precios de alimentos, mientras que en las economías más desarrolladas luchan por adaptarse a la urbanización y ante la creciente prevalencia de la obesidad.
Comer de más, desperdiciar...
La adición de la obesidad como una variable de fondo en el Índice refleja su impacto entre los países desarrollados y en desarrollo. En los países en vías de desarrollo, tales como Siria, México y Jordania, casi un tercio de la población es obesa, comparable a las tasas en Estados Unidos.
Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) se añadieron al Índice este año. Ambos países calificaron puntajes de excelente a moderado en todos los indicadores, excepto para el gasto público en investigación y desarrollo agrícola, y para los Emiratos Árabes Unidos, la volatilidad de la producción agrícola representaron debilidades.
“Mientras la obesidad ha sido estudiada de forma independiente a la seguridad alimentaria, hoy en día muchos especialistas y políticos están considerando las relaciones entre los dos temas”, dijo Leo Abruzzese, director de The Economist Intelligence Unit Global Forecasting. "Esto proporcionará información para las personas, los responsables políticos, el sector privado, líderes y otros relacionados que están tratando de entender cómo se puede avanzar en ambos frentes".
El otro nuevo indicador, pérdida de alimentos, examina la pérdida de alimentos después de la cosecha y la pérdida de alimentos pre-consumo que se da en las diversas etapas de producción, transformación, transporte y almacenamiento a lo largo de la cadena de suministro. Un ejemplo de esto es cuando los productos comestibles son dejados en el campo, degradándose por un empaque inadecuado o siendo consumidos por las plagas.
Mientras los países de ingresos altos suelen tener los mejores resultados en esta categoría, una serie de países de la ex República Soviética, incluyendo Uzbekistán, Tayikistán, Bielorrusia, Azerbaiyán y Ucrania, reportan altos ingresos, igual que muchas naciones desarrolladas. Países de Sub Sahara tuvieron las más bajas calificaciones en este indicador -entre los 10 países de más bajo rendimiento-, las pérdidas en la cadena de suministro de alimentos osciló entre un máximo de 9.5% en Malawi a un demoledor 18.9% por ciento en Ghana.