Buenos hábitos merman mercado de galletas
El mercado las galletas y pan dulce podría empezar a disminuir sus ventas en los próximos cinco años, debido al interés de la población por consumir alimentos más nutritivos, detalla la consultora Euromonitor.
La firma señala que los cambios de hábitos de las personas –que ahora sustituirán las galletas y el pan por fruta, yogurt o una botana más nutritiva y sin azúcar-, empezarán a afectar a este mercado, a pesar de las oportunidades de venta que todavía existen.
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La industria de panificación mexicana- que incluye a los panes, pasteles y galletas-, tiene un valor en el mercado de 14 mil millones de dólares, con un consumo per cápita de 33 kilos al año.
Por la forma de consumo, el mercado de las galletas se divide en el de la galleta de conveniencia o de consumo diario y las galletas de regalo y lujo, entre las que entra el producto de importación.
En el primer segmento participan las marcas Gamesa, Nabisco, Lara y Marinela, que acaparan más del 90% del mercado nacional.
No obstante, el reporte de Euromitor sobre el consumo de estos productos señala que, a partir de las limitaciones que estableció el gobierno federal para la venta de galletas dentro de las escuelas, los padres de familia comienzan a preguntarse qué tan nutritivo es este producto o si es conveniente dejar de consumirlo.
Investigaciones de la organización mexicana El Poder del Consumidor, señalan que por lo menos una cuarta parte de la composición de las galletas industrializadas es de azucares añadidas, por lo que un paquete sería suficiente para cubrir la ingesta diaria recomendada de azúcar para un adulto.
Por ejemplo, al analizar las galletas de avena Quaker, la asociación encontró que el paquete equivale a comerse cuatro cucharadas de azúcar, además de altas cantidades de sodio, por lo que no recomiendan el consumo de este producto y sugieren adquirir galletas de avena naturales, que sí mantiene las propiedades naturales y energéticas propias de ese cereal.
Ante el poco valor nutrimental de estos productos, desde diciembre pasado el gobierno federal gravó con 8% del Impuesto Especial a Productos y Servicios (IEPS), a fin de reducir su compra y el consumo de altas cantidades de azúcar contenidos en ellos.
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