Simulan en 3D un corazón latiente
Para diagnosticar a su paciente, un cardiólogo usó un electrocardiograma y una resonancia. Luego aplicó esas observaciones al modelo de un órgano cardiaco muy parecido al de su paciente, motorizado, latiente. Ahí analizó el funcionamiento y con eso le pudo diagnosticar, primero, y luego pautarle un tratamiento.
Es una realidad en fase experimental, de acuerdo con información corporativa de Dassault Systèmes. Hoy, ya existe el primer corazón con algunos de esos atributos, desarrollado por un equipo de médicos e ingenieros de distintas especialidades, con tecnología de la firma de experiencias tridimensionales.
Se trata de un simulador que capta el comportamiento eléctrico y mecánico del órgano de forma realista y vívida, creado con las plataformas de simulación virtual 3DEXPERIENCE.
El modelo, desarrollado en una de los centros de investigación de la empresa, es un 3D que tiene el comportamiento eléctrico y mecánico del órgano y lo presenta de forma realista y vívida.
La propuesta del Proyecto Corazón Viviente ya es usada, en fase piloto, por algunos investigadores, fabricantes de dispositivos artificiales y reguladores de la industria de la salud, para analizar su desempeño y posibles beneficios.
“Vivimos en una época excitante con la capacidad de simular la forma en la que el corazón de los pacientes puede responder a una amplia variedad de intervenciones, controlando la incertidumbre en el resultado del procedimiento”, afirma James C. Perry, profesor de Pediatría en la Universidad de San Diego California y director de Electrofisiología de la Asociación de Adultos de Corazones Congénitos en el Hospital de Niños de Rady. “Esto es verdad para aquellos con defectos congénitos, cuyas vidas necesariamente incluyen muchos procedimientos cardiacos, pero también es para la gran población de gente con una falla cardiovascular, arritmias y otras anormalidades estructurales. Esta tecnología permitirá la transferencia de nuestro entendimiento científico básico acerca del funcionamiento cardiaco, a aplicaciones básicas que promueven la mejora de la salud y la seguridad”.
El simulador de corazón se usará con fines didácticos, pero también como un vehículo para diagnósticos tempranos, así como mejorar los resultados de los tratamientos.
Un reporte de la Asociación Americana del Corazón, estima que los costos reales totales del tratamiento directo de este tipo de padecimientos alcanzará 818.1 mil millones de dólares dentro de las próximas tres décadas.