Aventura en Punta Mita
Piedras salvajes rompen el ritmo de las olas; se asoman para reclamar los últimos metros de tierra firme en kilómetros. De cara al mar, me doy cuenta de que estar en Punta Mita es llegar al fin del mundo: la puerta de entrada a un territorio por descubrir.
Sin la saturación de desarrollos turísticos de unos, ni las oleadas de visitantes de otros, la Riviera Nayarit se ha convertido, en los últimos años, en el rincón ideal para escapadas exclusivas.
A mis espaldas se levanta un destino nuevo que, sabiéndose el último puesto cultural del continente antes de salir al mar, conjuga una oferta gastronómica de espíritu universal y terminado local: Sufí presenta su comida “Mexiterránea”, Aramara y Sea Sushi ofrecen platillos de genética oriental, Casa Teresa parte de recetas italianas para darles un acento regional o Carolina en el St. Regis, el único restaurante en el Pacífico mexicano que presume cinco diamantes, son algunas de las propuestas.
Frente a mí, las Islas Marietas dominan el horizonte y es precisamente ahí a donde nos dirigimos.
Islas secretas
Un viaje de 20 minutos en lancha partiendo del St. Regis Punta Mita te lleva a La Redonda, la mayor de las dos islas, y que esconde uno de los secretos más valiosos del país.
Cuando el bote se detiene veo a la distancia una cueva. “Es allá”, me dice el guía mientras me alcanza un esnórquel y un visor. Cinco minutos después estoy en la boca de la caverna (que sólo se puede atravesar si la marea lo permite) viendo hacia el fondo marino donde miles de peces brillantes nadan a mi alredor.
La arena, varios metros abajo, se mueve como una sábana jugando con el viento. Hipnotizado sigo su contorno y descubro una mantarraya justo antes de llegar a un espacio en donde la oscuridad es absoluta. Respirando aceleradamente por el tubo de plástico me siento perdido hasta que poco a poco el agua se vuelve a iluminar.
Levanto la cabeza y me enfrento a una vista imponente: un tragaluz natural de varios metros de ancho que esconde una pequeña playa en el corazón de la isla. Es el paisaje de otro planeta.
Safari submarino
Un viaje al interior del Parque Natural Islas Marietas significa encontrarse con un espacio todavía dominado por su fauna. El bote hace su recorrido acompañado por ballenas jorobadas o delfines –dependiendo de la temporada.
Sin embargo, el personaje principal es el Pájaro Bobo de patas azules, una especie que sólo se encuentra aquí y en las Islas Galápagos y que muestra unos pies tan turquesa como el agua a nuestro alrededor.
Punta Mitan, original y secreta, revive a diario la emoción de estar frente al océano.
