Alimentos de exportación tienen distribución costosa
La apertura de nuevos mercados comerciales modificó los esquemas de importación y exportación de perecederos en México, ya que se demandan más productos certificados. Esto genera grandes retos logísticos y le impone un sobrecosto promedio de 30% al precio final, tal es el caso del plátano o la naranja (de exportación).
“En la Central de Abasto (Ceda), 40% de los productos se manejan con Normas Oficiales”, dijo Pablo Lara Ontiveros, director ejecutivo de Innovación y Nuevos Proyectos de la Central.
Años atrás, agregó, el producto era básicamente nacional y se exportaba muy poco. La manzana, por ejemplo, se recogía del campo y se guardaba entre seis y ocho meses (sin refrigerar porque el producto aguanta este tiempo) y se surtía el mercado nacional con distribución local.
Hoy se almacena menos producto. “La economía no aguanta el costo financiero ni el costo de almacenamiento… en ciertos períodos, es posible cubrir el mercado con manzanas importadas provenientes de Chile o de Washington con un esquema de distribución muy eficiente”, asentó Lara Ontiveros.
“Hay productos que no tiene caso reglamentarlos porque hay un mercado que no podría pagarlos…. es cuestión de calidades”, insistió el ejecutivo. Perecederos de primera calidad que vende City Market, son los mismos que ofrece el mercado de Coyoacán, San Ángel o San Juan, a un costo comparativamente alto dirigido a un nicho pequeño y muy especial.
Este sobrecosto se determina con base en la presentación, empaque, cantidad e incluso tiempo de entrega. Aunado a esto, se desperdicia mucho producto, pues se entrega exclusivamente el de más alta calidad.
Logística de ida y vuelta
Al ojo el observador, hay perecederos que dan vueltas por todo el país antes de llegar al usuario final. Al respecto, Lara Ontiveros reconoció que más que una debilidad en la cadena de suministro en la Ceda, el hecho responde a cuestiones de oferta y demanda.
Los perecederos, explicó, llegan directamente del campo a la Ceda, sin embargo, regresan a lugares por donde pasaron debido a que los mayoristas de la Central son también productores. Concentran aquí su mercancía y los minoristas la distribuyen incluso en la región de origen.
Un ejemplo es el pescado que traen mayoristas de Veracruz a la Nueva Viga y luego regresa a través de minoristas. Esto se explica porque en Veracruz no hay quien compre todo un barco con cerca de 20 especies. En contraste, en la Ceda hay la capacidad de compra de grandes volúmenes y un minorista regresa a Veracruz únicamente con las especies que se consumen de manera local, aunado a otras especies como el camarón que viene por temporadas de Mazatlán, Oaxaca o Tamaulipas.