Japón propone cierre de reactores nucleares viejos
Japón presionará a los operadores de plantas nucleares para que elaboren planes para cerrar una cuarta parte de los 48 reactores nucleares del país porque son demasiado viejos o muy costosos de modernizar para cumplir con los nuevos estándares impuestos tras el desastre de Fukushima, publicó el viernes el diario Nikkei.
El Gobierno confía en que forzando el cierre de las unidades más viejas y consideradas más vulnerables, podría ganarse el apoyo de la opinión pública para reanudar la actividad de las centrales más nuevas.
Tras la crisis nuclear del 2011 en Fukushima, causada por un gran terremoto y tsunami, se cerraron todos los reactores nucleares de Japón.
La opinión pública se volvió antinuclear por el desastre, pero los gobiernos quieren reactivar las unidades consideradas seguras por un nuevo regulador más independiente con el fin de reducir la dependencia de Japón de las costosas importaciones de combustibles fósiles.
Kansai Electric Power Co probablemente será una de las primeras afectadas, y consideraría abandonar dos de sus reactores nucleares más envejecidos, según el Nikkei.
Kansai Electric dice que estaba estudiando cómo responder antes del plazo para prorrogar la vida de dos plantas viejas más allá del límite de 40 años.
Aunque el ministro de Comercio japonés Yuko Obuchi dijo el viernes que los operadores deberían tomar la decisión de eliminar los reactores por sí mismos, el Gobierno ayudaría en un desmantelamiento fácil de los reactores viejos, así como a retomar la actividad de las plantas nucleares que cumplan con los nuevos estándares de seguridad del país.
La normativa de seguridad nuclear complica más la modernización y operación de los reactores más viejos, y hasta dos terceras partes de las 48 unidades nucleares del país podrían no reanudar las operaciones debido a los altos costos, a la oposición local y a los riesgos sísmicos, mostró un análisis de Reuters este año.
Los estrictos controles para las instalaciones nucleares adoptados en julio del 2013 limitan la vida operativa de un reactor a 40 años en principio, aunque puede permitirse una prórroga extraordinaria de un máximo de 20 años si lo aprueban unas inspecciones rigurosas.
Dos reactores del suroeste del país han recibido la aprobación inicial para reiniciar su actividad bajo el nuevo régimen de seguridad, pero siguen habiendo obstáculos.
Hay 12 reactores que alcanzarán el límite de 40 años dentro de cinco años y el Gobierno está pidiendo a los operadores que esbocen planes para desmantelar las unidades más viejas antes de fin de año, dijo el Nikkei.
Kansai Electric está estudiando desmantelar dos reactores nucleares de 340 y 500 megawatios en la planta de Mihama en la prefectura de Fukui, en el occidente de Japón, dijo el diario.
Estas dos unidades tienen más de 40 años y una capacidad relativamente pequeña, por lo que reiniciarlas implicaría poco beneficio y costaría varios cientos de miles de millones de yenes para cumplir las inspecciones y medidas de seguridad, añadió el rotativo.
Si la compañía decide abandonar los dos reactores en el ejercicio fiscal que acaba en marzo del 2015, probablemente tendrá que contabilizar pérdidas extraordinarias de hasta 30.000 millones de yenes (219 millones de euros), dijo el Nikkei.
En el 2013 se modificó la normativa contable para permitir a los operadores nucleares anotarse las pérdidas por los costos de desmantelamiento durante varios años y no dentro de un solo año.
La compañía ha registrado fuertes pérdidas en los tres últimos años fiscales después de que el peor desastre nuclear mundial en 25 años llevó al cierre gradual del sector nuclear en Japón.