Se duplican enfermedades en producción ganadera
En tan sólo seis años, la Sagarpa duplicó la cantidad de enfermedades zootécnicas que pueden afectar a los animales dentro del territorio nacional, las cuales también representan un riesgo para el ser humano.
El Acuerdo mediante el cual se dan a conocer en los Estados Unidos Mexicanos las enfermedades y plagas exóticas y endémicas de notificación obligatoria, elaborado por la dependencia, señala que en 2007 existían 246 padecimientos de este tipo; para este año la misma secretaría aumentó la cifra a 424 padecimientos.
El documento subraya la importancia de detectar y notificar a las autoridades la presencia de alguna de estas enfermedades, ya que su propagación puede causar brotes epidemiológicos entre los humanos.
Más de 60% de los patógenos humanos provienen de padecimientos en animales, mientras que 80% de los patógenos animales son de múltiple huésped, es decir, pueden alojarse en un organismo distinto al que originalmente ataca. Además, 80% de los agentes que tienen uso potencial de bioterrorismo son patógenos zootécnicos.
De igual manera, el gobierno federal determinó el año pasado que las epidemias, tanto en seres humanos como en animales, son un asunto de seguridad nacional, por lo que las dependencias deben estar alertas sobre cualquier nuevo brote.
Ante esta situación, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) estableció las enfermedades endémicas en el país, así como las externas que pueden afectar a los animales.
Entre ellas destacan el ébola y la influenza, pero también se contabilizan padecimientos que atacan al ganado porcino, bovino y caprino, así como a las abejas, perros, gatos, roedores, caballos, primates, peces, moluscos y ranas.
“La población en general debe tener conocimiento de que en el territorio nacional existen enfermedades y plagas transmisibles denominadas exóticas y endémicas y son importantes, ya que representan riesgos desde el punto de vista zoosanitario y socioeconómico, las cuales son de notificación obligatoria, dependiendo de su capacidad de difusión y contagiosidad”, dice el documento emitido por la dependencia.
Además de prevenir propagación de enfermedades a los seres humanos, la identificación y notificación de estos padecimientos contribuye a evitar un desastre económico en la industria agroalimentaria.
El último brote de esta naturaleza ocurrió en 2012, cuando la influenza H7N3 atacó a las aves de las granjas mexicanas. El monto de las pérdidas ascendió a 750 millones de dólares, además del sacrificio de 24 millones de aves y la aplicación de la vacuna a 160 millones de gallinas.
Por ello, señala el texto, todas aquellas personas que tengan conocimiento o sospecha de la presencia de enfermedades o plagas y no las notifiquen al Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica de la Sagarpa, serán sancionadas.