EU reducirá venta de refrescos a niños en cadenas Fast Food
A partir de este año, las cadenas de hamburguesas Wendy’s y McDonald’s dejarán de vender refrescos en los menús infantiles… pero sólo en Estados Unidos.
De acuerdo con un estudio publicado por la revista The Lancet, cada vez que un niño consume una un refresco, sus probabilidades de desarrollar obesidad aumentan 60%. Esto a su vez contribuye al desarrollo de diabetes, enfermedades del corazón, obesidad, caries y otros problemas de salud.
Es por ello que distintas organizaciones no gubernamentales en Estados Unidos celebraron la decisión de la cadena de hamburguesas –la quinta más grande en aquel país–, y ofrecer opciones más saludables para los más pequeños.
Kristin Rowe-Finkbeiner, directora ejecutiva y CEO de MomsRising señaló que los restaurantes debilitan los esfuerzos de los padres para que los niños elijan comida saludable cuando la única opción que hay es un refresco, por lo que el cambio apoya la enseñanza de la familia para tomar decisiones saludables.
El año pasado, el Centro Interreligioso de Responsabilidad Corporativa (ICCR por sus siglas en inglés) –un grupo de accionistas que busca mejores prácticas corporativas-, pidió a la cadena de comida rápida eliminar los refrescos de las opciones de la comida para niños.
Desde entonces, los empleados preguntaban al cliente qué bebida preferían para acompañar su comida.
Pero, a partir de ahora, la empresa cambiará la imagen de los tableros donde se ofrece el menú y retira los refrescos, para colocar botellas de agua, jugo de manzana, leche “blanca” y leche con chocolate.
La decisión de quitar los refrescos sucedió poco después de que el levar refrescos llegó después de que el ICCR presentó una resolución contra la empresa hace unas semanas por no eliminar completamente esta opción de la comida infantil.
Finalmente, Wendy’s acordó retirar estas bebidas y, además, limitar la comercialización de alimentos poco saludables para los niños.
Además de retirar el refresco de los menús infantiles y de la publicidad, la cadena podría mejorar sus comidas dirigidas a niños y adultos sirviendo panecillos elaborados con granos enteros, ofreciendo más opciones de frutas y verduras, reduciendo la cantidad de sodio total y eliminando los helados del menú infantil.
Sobre el cambio en la franquicia estadounidense, Abelardo Ávila, investigador del Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán, subrayó que esta decisión “representa un importante hito en la recuperación de la alimentación saludable basada en los valores culturales, la racionalidad nutriológica y la sustentabilidad ambiental”.
Y añadió que esta medida debería retomarse en los restaurantes que las empresas trasnacionales tienen en México. Para ello, apuntó, se deben redoblar esfuerzos en la difusión de la abundante evidencia científica del gravísimo daño a la salud que el patrón de consumo actual de alimentos chatarra ocasiona en la población del país.
Si bien las organizaciones no gubernamentales en México han solicitado que se reduzcan las porciones de refresco –que pueden alcanzar hasta un litro de bebida gaseosa-, hasta el momento no se ha logrado.
En el caso de las porciones, los activistas solamente lograron que las cadenas colo0quen el tamaño de las porciones de comida y la cantidad de calorías que contiene.