Ley de movilidad avanza a paso lento en Brasil
A pesar de que en 2012 se aprobó la Ley de Movilidad de Brasil, los resultados han sido lentos y este país aún no logra superar los conflictos de contaminación, congestionamiento, segregación y desigualdad, relacionados con el desarrollo descontrolado de las grandes urbes, consideró Emilio Merino Domínguez, consejero estatal del Instituto de Arquitectura de Brasil.
El experto enfatizó la necesidad de que los gobiernos transformen su forma de atacar los problemas y explicó que en Brasil fue necesario que ocurriera este cambio de paradigmas, al pasar del planteamiento tradicional que se centraba en resolver los problemas de congestionamiento a ofrecer planes de desarrollo de largo plazo, donde la sustentabilidad, la participación social y la inclusión se convirtieran en los nuevos objetivos.
“El tradicional foco era el tránsito, solucionar el congestionamiento, entonces construyeron grandes avenidas, carreteras, segundos pisos, tercer piso y nada era suficiente, los problemas seguían subsistiendo”, apuntó Merino Domínguez.
Explicó que en las principales ciudades cariocas las tasas de motorización son exorbitantes, incluso superiores a cualquier ciudad europea como Londres o París, con índices de 1.5 a 1.8 habitantes por automóvil; esto trae consigo problemas en los corredores de transporte público que son ineficientes y obsoletos, por lo que están comenzando a virar a los sistemas BRT.
“Todos piensan que Brasil es una súper potencia en planeación y todo”, pero 88.5% de las ciudades no tiene planos de transporte. “Vemos que los pequeños municipios de hasta 20,000 habitantes, son decadentes, hasta 95% no tienen planes. Esa es una vergüenza y es la realidad con la que estamos trabajando”, comentó Merino tras señalar que las principales resistencias provienen en muchas ocasiones de las propias autoridades, las cuales no están capacitadas para llevar adelante este tipo de planes.
“Es una bomba de tiempo que ha caído sobre todos los alcaldes brasileños; ahora todas las ciudades arriba de 20,000 habitantes deben tener un plano de movilidad urbana y sustentable, eso significa toda una revolución en el proceso de planeación, de todas nuestras ciudades”, agregó e indicó que todas esas ciudades deben adecuar sus programas de desarrollo antes de 2015 o de lo contrario no recibirán ningún financiamiento federal.
Finalmente, consideró que la adopción de este paradigma permitirá hacer previsiones urbanas más amigables y con mejores retornos de inversión para la iniciativa privada, pero para ello, es indispensable la participación ciudadana.
El caso mexicano
En abril pasado, la Asamblea Legislativa aprobó en lo general y en lo particular la Ley de Movilidad para el Distrito Federal, que reconoce la movilidad como un derecho humano y al peatón como eje fundamental de esa legislación, además de promover el uso de medios alternativos de transporte.
Se espera que a finales de este mes sea publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal para que entre en vigencia, además de que a partir del 1 de junio se realizarán foros pora difundir su contenido entre la ciudadanía.