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COVID-19 y la oportunidad para la manufactura mexicana

La pandemia ocasionó que Estados Unidos buscara una alternativa para la manufactura en China. Estas son algunas razones por las que México puede estar disponible.
lun 08 junio 2020 08:27 AM
Manufactura postcovid-19
Por razones puramente económicas y estratégicas, los negocios de América del Norte y Europa deberían esmerarse en crear una alternativa regional viable al monopolio manufacturero de China.

Mientras todos nos esforzamos por aplanar la curva epidemiológica del COVID-19, lo opuesto a un “aplanamiento” podría suceder en la economía global pospandemia. Esta situación ha provocado angustia en China, el mayor beneficiario de la globalización y una economía “plana” y sin fronteras que Thomas Friedman describió en su libro “The World is Flat” (La Tierra es plana).

Apenas en 2010, Estados Unidos y China estaban en el mismo nivel en lo que a manufactura se refiere, pero China rápidamente lo sobrepasó. El país asiático ahora utiliza una fuerza laboral de cerca de 130 millones de elementos para exportar productos por un valor cercano a los 2,000 millones de dólares.

A medida que el alcance global de la manufactura china se expandió, también lo hicieron sus sueños de ser una potencia mundial, trayectoria que no se ha visto libre de fricciones. Así lo demuestra la reciente guerra de aranceles entre China y Estados Unidos.

La actual crisis del COVID-19 dejó expuestas las amplias fisuras en la relación comercial entre ambos países y la dependencia, en gran o total medida, de los negocios para abastecerse de China, los cuales se estancaron conforme la pandemia se propagó.

Pese a lo trágico de esta crisis, se presenta la oportunidad de concebir un futuro alterno. Por razones puramente económicas y estratégicas, los negocios de América del Norte y Europa deberían esmerarse en crear una alternativa regional viable al monopolio manufacturero de China.

México se encuentra bien posicionado y tiene muchas ventajas para asumir el papel de líder y aprovechar esta oportunidad.

Dado que la población de América Latina ronda los 650 millones de habitantes, resulta muy posible que México pueda impulsar la región reuniendo entre 50 y 100 millones de trabajadores. A nivel regional representa una gran oportunidad para los trabajadores jóvenes y prósperos de la clase media de América Latina, y de México en particular, dadas su históricas limitaciones laborales: una tasa de empleo informal cercana al 57 por ciento.

La geografía es otra ventaja clave para México. Su colindancia con Estados Unidos y la cercanía con Canadá implican entregas más rápidas y baratas, más medios de transporte, así como un inventario menor en tránsito y, por lo tanto, costos más bajos.

Muchos desconocen el hecho de que la manufactura en México actualmente tiene un costo 20% más bajo que la de China, con cifras de productividad similares. Además, México provee un acceso fácil a puertos esenciales, facilitando así los embarques a Europa.

No se trata de reinventar la rueda: México tiene un historial de éxito en la manufactura global, actividad que representa el 14% de las importaciones de Estados Unidos. La vía para estas cadenas de suministro expandidas ya se encuentra establecida, al haber eliminado, reducido o estudiado bien las desviaciones en el modelo, será fácil expandirla a otros productos.

El camino por recorrer para este alineamiento estratégico requerirá la estrecha colaboración entre Estados Unidos, México y Canadá, la cual se puede desarrollar bajo el auspicio del tratado comercial T-MEC​ que entrará en vigor, según lo previsto, el próximo 1 de julio.

Considerando el hecho de que el tratado comercial original no contiene estipulaciones sobre la forma en que los países deben proceder y apoyarse en caso de una pandemia como el COVID-19, se debe revisar teniendo en cuenta una situación de esa naturaleza.

México tendrá que esforzarse en facilitar las actividades comerciales, erradicar la corrupción, desarrollar una clase media sólida e invertir en la infraestructura necesaria, justo como lo hizo China.

Por su parte, Estados Unidos y Canadá necesitan invertir en la región, fomentar nuevos negocios y propiciar un sentido de verdadera alianza.

La pandemia del COVID-19 es sólo el principio, que no haya duda de que habrá desafíos similares en el futuro. Este momento nos ha obligado a reconsiderar el proyecto económico de la región que puede llegar a constituir una protección contra catástrofes naturales o económicas.

La situación nos tomó por sorpresa una vez, no nos puede sorprender de nuevo.

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*Hitendra Chaturvedi es profesor de gestión de la cadena de suministro en la W.P. Carey School of Business en Arizona State University. Gracias a su experiencia anterior como profesional de negocios y emprendedor, Hitendra se ha convertido en un experto en estrategia de cadenas de suministro globales, sostenibilidad, inteligencia artificial y aprendizaje automático.

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