El sector manufacturero sólo sabe que obtiene utilidades porque éstas se reflejan en su estado financiero final. Muchas veces las compañías no conocen cuál es el costo real de producción y por lo tanto, no tienen identificado con que artículos obtienen una mayor rentabilidad y con cuáles no.
Hay que reconocer que los empresarios dedicados a las distintas industrias son expertos en la manufactura de artículos que satisfagan las demandas del mercado, pero no necesariamente en gestionar la información e integrar sus resultados para elaborar estados financieros que reflejen las condiciones internas de su compañía.
Esto se debe a que, generalmente, las áreas contable y de producción tienen diferentes puntos de vista sobre cuál es la mejor manera para registrar su información, lo que lleva al encargado de la manufactura a realizar un reporte de actividades, que después debe adecuar a los formatos del área de contabilidad, para que ésta a su vez la convierta en información financiera que refleje si la compañía obtiene o no ganancias, detalle el costo de elaboración de cada producto y su rentabilidad, demorando el tiempo de entrega de reportes.
Estos retrasos administrativos, pueden evitarse si los empresarios incorporan un sistema de ERP, que les permita registrar, de manera ordenada, cada uno de los datos que se generan dentro de su línea de producción, y de esta manera, el área de contabilidad y manufactura puedan manejar el mismo idioma.
El beneficio obtenido no sólo es la disminución en el tiempo de análisis de información, sino que también se automatiza la elaboración de reportes, permitiendo a los empresarios tomar decisiones oportunas, basándose en información que obtienen de sus compañías en tiempo real.
Aunque los beneficios de incorporar un ERP dentro de las empresas, mucho tienen que ver con el mejorar el manejo de su información, también se relaciona con su necesidad de mantener la calidad en sus productos, para lo cual es importante integrar una adecuada estrategia de trazabilidad que abarque, desde la adquisición de materias primas, hasta la elección de los puntos finales de venta, tarea que no es sencilla sino se cuenta con un sistema que automatice y monitoree toda su información.
Sin embargo, existe la desconfianza por parte de los empresarios sobre si la tecnología realmente les acercará los beneficios antes mencionados. En mi opinión, la incorporación de tecnología dentro de un negocio es el factor que diferencia a las compañías que crecen de aquellas que no lo hacen.
Es necesario aclarar también que un sistema que ayude a los empresarios a manejar su información, específicamente un ERP, no es exclusivo para las grandes compañías, pues en la actualidad la única diferencia entre una compañía pequeña y una de gran tamaño, no son las dinámicas o los alcances de mercado, sino los volúmenes de producción.
Otro factor importante es el financiamiento, pues se cree que los sistemas ERP son plataformas de costos excesivos. Por el contrario, existen diversos esquemas que facilitan el pago a las pequeñas y medianas empresas, como el pago a meses sin intereses y el arrendamiento, convirtiéndolo así en tecnología altamente asequible.
Si la reducción de tiempo, las facilidades de pago y el incremento en la eficiencia de los procesos no fueran razones suficientes para apostar por la tecnología, adquirir un sistema de ERP también brinda a los empresarios mayores oportunidades de negocio al conseguir que sus procesos mantengan los estándares de calidad demandados en diversas industrias como la médica y alimentaria o bien, en mercados extranjeros, ya sean norteamericanos o europeos.
En definitiva, lo realmente importante es hacer de la tecnología un aliado estratégico del negocio.